En alguna tierra muy lejana y en algún tiempo muy remoto, se puede fijar el inicio del Arte Mágico. Desde el comienzo de la vida sobre la tierra, se podría afirmar que un ser humano intentó maravillar y sorprender a otros, con efectos que seguramente denominaríamos como mágicos. Tal vez un primitivo hombre de las cavernas mostrara la aparición de su mazo, no sólo para defenderse sino para fascinar a su dama. Claro que no existen pruebas tangibles de esa época, al igual que de otras posteriores. Pero desde esos tiempos sin memoria la Magia ha formado parte de la vida del hombre: primero, como un aspecto fundamental de lo misterioso y de lo religioso; segundo, atribuyéndole ser señal de los dioses la ocurrencia de hechos, fundamentales en su existencia diaria, tales como lluvia, sequía, nacimiento y otros tantos; tercero, como una forma de vida a través de la influencia del poder mágico sobre su salud o comportamiento. Se podrá concluir que el hombre ha tratado desde su aparición de conseguir la admiración y el temor reverencial con los fines más diversos y, sobre todo, algunos no muy santos ni recomendables, aprovechando la habilidad natural para engañar a través de la palabra o la imagen.
El término magia deriva de magi, uno de los elementos religiosos incorporados por los magos en la antigua Babilonia. Hubo magos en Roma, en Grecia y en casi todo el mundo occidental y oriental de la Antigüedad, cuando la magia o hechicería populares estaban relacionadas con antiguos ritos de fertilidad e iniciación en el conocimiento en los pueblos llamados bárbaros, principalmente los chinos.
La magia y la hechicería estaban ligadas también a las creencias de pueblos orientales muy antiguos, en los que el mago o brujo era a la vez un sanador y un conocedor del mundo invisible de los espíritus y desempeñaba un papel preponderante en la comunidad.
En Grecia y Roma los adivinos y magos no tenían ya nada que ver con los chamanes, aunque eran consultados sobre todo por los poderes de adivinación de los que se creía estaban dotados.
Sistemas de magia
La antropología distingue la hechicería tradicional de las primeras sociedades. De ella han derivado muchos sincretismos:
Brujería. Corresponde al brujo, que se consideraba vinculado con la magia negra.
Brujería diabólica: influenciada por el cristianismo, es aquélla en la que se rinde culto al Diablo.
Brujería
Es la forma más simple de magia practicada en las sociedades antiguas. Se basa en la manipulación de la materia y en la analogía. El hechicero recurre a pociones, fetiches, animales y diferentes objetos para lograr sus fines. En su viejo origen la palabra farmacia, del griego pharmakía, se refería a la preparación de pociones y venenos. Luego pasó al uso actual de auxiliar de la medicina, de pharmakon, medicamento.
Animismo
El animismo engloba diversas creencias en las que seres personalizados sobrenaturales (o espíritus) habitan objetos animados e inanimados. Si bien dentro de esta concepción caben múltiples variantes del fenómeno.
Chamanismo
El chamanismo o shamanismo se refiere a una clase de creencias y prácticas tradicionales similares al animismo que aseguran la capacidad de diagnosticar y de curar el sufrimiento del ser humano y, en algunas sociedades, la capacidad de causarlo. Sistema que dio origen a diversos cultos y religiones y cuyo origen remonta a la edad de Piedra. El chamán es una especie de curandero, con poderes mágicos especiales.
Candomblé
Sistema semejante al Vudú popular en Brasil. Consiste en la invocación de ciertas deidades llamadas Orixás
Vudú
Sistema popular en Haití. Semejante al Candomblé.
Umbanda
Fusión de las religiones afro-brasileñas, especialmente el candomblé, con el espiritismo kardecista, con predominancia de este último. Difiere del candomblé, también, por considerar varios tipos de orixás como espíritus de personas muertas.
Quimbanda
Sistema de magia que trata de la invocación de entidades llamadas exus, pudiéndose con la ayuda de esas entidades, hacer tanto el bien como el mal.
Wicca
Es una religión neopagana aparecida como un 'renacimiento' de la antigua religión de la brujería e iniciada por Gerald Gardner. La misma ha sido reformada por muchos practicantes y covens no tradicionalistas que no se sienten cómodos con las primeras enseñanzas de Gardner. Un eclecticismo, en la cual la mayoría de sus practicantes utilizan la magia cuidadosamente en auxilio de la evolución humana.
Muchos wiccanos acuden primeramente al uso de oráculos para consultar si es conveniente realizar magia en cierta situación. La magia en la Wicca se define como el arte de enviar conciencia a voluntad, en ocasiones respaldando estos pensamientos o está fe con objetos o hierbas que representen la intención del Mago Wicca.
Reseñas históricas del comienzo del ilusionismo:
La magia actualmente es el instrumento ideal para amenizar todo tipo de eventos, bien sean de carácter profesional o lúdico, combinando animación, entretenimiento, humor y participación del público.
La magia, existe desde que el mundo es mundo. Es la delgada línea que separa la realidad y la ficción, por eso nos atrae. La magia es el equivalente al fuego en el principio de los tiempos. Se podría afirmar que un ser humano intentó maravillar y sorprender a otros. La magia ha formado parte de la vida del hombre desde el principio de su existencia de alguna forma u otra. En resumen podríamos decir que el hombre ha tratado desde el principio de los tiempos provocar la admiración y el temor con los fines más diversos y en ese aspecto la magia ha ocupado un papel protagonista.
El primer mago. En una tumba de Egipto se encontró un papiro llamado Westcar Papyrus (imagen),donde ya se relataba la actuación del un mago egipcio llamado DEDI que actuaba en el palacio de piedra de Menphis, la residencia de los faraones. En dicho papiro se relata su acto que básicamente consistía en cortar la cabeza de un ganso con un cuchillo la cual colocaba en el suelo mientras se invocaban unas palabras mágicas. Seguidamente, el ganso volvía nuevamente a caminar como si nada hubiera ocurrido.
La magia como poder. Los primeros textos y grabados nos demuestran la existencia de brujos y magos que usaban la magia para lograr dominar y someter a sus semejantes, como vehículo de poder, causando el miedo. Utilizaban sus habilidades para el engaño, aprovechándose de la ignorancia y la pobreza.
En la edad media es cuando comienzan a recorrer ciudades un gran número de actores ambulantes que unidos a juglares y titiriteros presentan números en que mezclan canciones satíricas, fábulas, acrobacias y magia de apariciones y escamoteos. Estos grupos sentarían las bases de lo que posteriormente sería el circo.
Sin embargo, en el renacimiento encontramos documentos en que se reflejan actuaciones al aire libre donde carteristas, buhoneros y sacamuelas encontraban en la magia la excusa perfecta para cubrir sus actividades reales.
Un arte para entretener. Es a partir del S. XVII, donde encontramos los primeros testimonios de magia profesional enfocada a la distracción del público.
A mediados del S. XIX, de la mano del nacimiento del Teatro de Variedades se empieza a sustituir la entrada libre en los espectáculos por el cobro de entrada. En esta etapa la Magia juega un papel muy importante ya que desde entonces se venían relacionado los números de variedades con la magia. Desde ese momento los magos ya no son charlatanes de feria sino artistas profesionales que cobran por entretener y divertir al público.
La magia moderna. Nos acercamos a la época moderna donde destacan los primeros magos de la nueva era: los italianos con Jonas, Androletti y Antonio Carlotti como máximos exponentes de dicha época. Pero no es hasta principios del siglo XIX cuando el concepto de magia empezó a cambiar.
Es el francés Robert Houdin (foto) es quién empezó a desbaratar a los magos fraudulentos que se hacían creer dioses, reemplazando la magia conocida hasta el momento por la magia moderna. Gracias a ello, y a la inclusión en la magia de la tecnología de la época, actualmente se lo conoce como el “Padre de la magia Moderna”.
Robert Houdin. De profesión relojero e inventor, comenzó a aplicar sus conocimientos para el bien de la magia, realizando trucos donde usaba los avances que la Revolución Industrial le ponía a su alcance. En 1845 produjo un gran número de ilusiones totalmente nuevas en un pequeño teatro, el Palais Royal, combinando los recursos de las ciencias mecánicas y eléctricas con la destreza manual y la presentación efectiva. Sus sesiones causaron gran expectación en París situándolo a la cabeza de su profesión. Gracias a él, la magia se popularizó increíblemente.
Nacieron trucos nuevos, magos, instituciones, tiendas, se comenzó a escribir sobre la magia y a crear escuela. En definitiva, lo convirtió en el arte que hoy conocemos. Robert Houdin aporta a la puesta en escena como modernidad el uso del traje negro y elegante, así como los elementos que el público no pudiera examinar.
En Estados Unidos como resultado de la influencia europea , destacan ilusionistas como Harry Houdini, el mago del escapismo….
En la actualidad. La magia ha evolucionado hasta nuestros días alimentándose de ella misma. En los 90 se asisten a funciones de magia espectaculares en las que el ilusionismo alcanza niveles insospechados. David Copperfield es uno de los nombres más conocidos de esta época, haciendo magníficas ilusiones, acordes a las innovaciones de estos tiempos contemporáneos, como la “Desaparición de la Estatua de la Libertad” en 1983, o “Atravesando la Muralla China” en 1986. Más recientemente deslumbro al mundo con una de las mejores versiones de levitaciones en Flying.
Años después aparecerían magos como David Blaine, y Criss Angel quienes impondrían una nueva magia fuera de los teatros: la magia en la calle o “Street Magic”, logrando, incluso, una popularidad igual o superior a la alcanzada por David Copperfield.
Mientras tanto, día a día, minuto a minuto, magos de todo el mundo siguen escribiendo la historia de este arte milenario que se encarga de entretener a las personas por medio de la ilusión, de la fantasía, de la posibilidad de comprobar que todo es posible si se trabaja lo suficiente para encontrar un mecanismo que lo permita.
¡ La magia está mas viva que nunca ! Pasan los siglos y la humanidad no cambia por lo que se refiere a las creencias y religiones que parece ser ya desde nuestro ADN ... y no obstante los pasos de gigante que la Ciencia ha hecho ...
Textos antiguos hacen referencia al origen del hombre, entre ellos tenemos: los textos sumerios, que mencionan la creación del hombre como obra de los Anunnaki, “Los que del cielo llegaron a la Tierra”.
Los versos bíblicos que se refieren a la creación de Adán y Eva (los cuales están basados en escrituras de las tablas de arcilla de Sumeria) nos relatan en que seres superiores crearon a los primeros padres de la especie humana, en Génesis 1:26-27 dice: “Después dijo el Elohim: Hagamos al hombre a imagen muestra, según a nuestra semejanza, cabe anotar que Elohim significa "aquellos que vinieron del cielo" o "dioses" (en plural) y no dios (en singular) como asegura la Iglesia.
En otro libro antiguo, el Popol Vuh, libro sagrado de los quichés, de la gran familia maya, relata que los poderosos del cielo deciden crear sobre la superficie terrestre a un muñeco de inteligencia restringida, esto queda confirmado actualmente ya que se ha descubierto que solamente usamos, un 10% de nuestra mente, no hacemos uso de toda la potencialidad de nuestro cerebro.
En el Corán el “ángel” Gabriel le dice a Mahoma: "Predica en el nombre de tu Señor el que te ha creado. Ha creado al hombre de un coágulo". Mas adelante algo que enlaza con el Popol Vuh, se dice: "No se ha concedido más que una mínima parte del saber".
El relato “Espejo de Izanami”, con el que los japoneses explican el descenso, en tiempos remotos, de una pareja celeste que procrea y deja en la tierra a sus hijos, hasta llegar a formar la nación nipona.
Como se puede apreciar los textos de la antigüedad nos mencionan sobre el origen del hombre en la tierra, oficialmente por estudios científicos se debe hoy en día que la vida en el planeta comenzó desde seres muy simples unicelulares, hasta los mamíferos, siendo un proceso evolutivo vertical que tardo millones de años constituyendo el Arbol Genético de la Vida, donde existe una fuente común de ADN para toda la vida en la Tierra. El hombre no es ajeno a esto, tiene aproximadamente 30.000 genes de los cuales más del 99% corresponden al proceso evolutivo del planeta, es decir la diferencia entre el hombre y el chimpancé es menos de 1%, ya que está es la especie mas parecida genéticamente al hombre que existe en la tierra. Pero el parecido termina ahí, el año 2002 con el descubrimiento del genoma humano se indicó que el hombre tiene 223 genes que no tiene predecesores en el Árbol Genético de la evolución.
La respuesta de cómo el hombre adquirió esos genes, podría estar en su propio origen; estos genes extras ajenos de nuestro planeta habrían llegado traídos por seres venidos del espacio.
Algunos investigadores, científicos y los legados más antiguos convergen en una explicación lógica para el origen de la humanidad; que no parece descabellada si dejamos por un momento nuestra soberbia humana y abrimos nuestra mente a nuevas ideas que están mas cerca de la verdad aunque nos cueste creerlo: Una civilización cósmica nos fabricó en un pasado remoto, por medio de ingeniería genética, esa sería la razón de la presencia en nosotros de esos 223 genes extraterrestres que nos cambiaron la etiqueta de chimpancés, por la de humanos. Esta sería la respuesta al llamado “eslabón perdido de la evolución de Darwin.
Ya en el siglo XIX la ocultista Helena Blavalsky, afirmó que la humanidad se había originado en otro planeta.
El premio Nóbel Francis Crick, bioquímico inglés, que en 1953 descubrió la estructura del ADN, sostuvo que seres extraterrestres descubrieron nuestro mundo en formación, entonces decidieron crear vida inteligente, en un pasado remoto.
Otro especialista, Vsevolod Troitsky, emitió la teoría de que la Tierra podría ser un campo de experimentación para seres superiores.
El científico Nalin Chandra junto a sir Fred Hoyle publicarón los libros: “Viajeros del espacio, los que trajeron la vida” y “La evolución desde el espacio”, donde se afirma nuestro origen extraterrestre.
El investigador Zecharias Sitchin, sugiere que los Annunaki vinierón hace unos 450.000 años a la tierra, desde su planeta Nibiru, ellos agregaron sus genes más avanzados al homínido que ya existía en la tierra. Esto no solo queda comprobado por las escrituras antiguas, sino también en numerosas pinturas como la doble hélice espiral del ADN, simbolizada por dos serpientes entrelazadas. En conclusión, la fabricación o creación del hombre sería parte de un programa desarrollado por seres extraterrestres superiores que estuvieron en la Tierra mucho antes que nosotros, y no han dejado de seguir de cerca nuestra evolución, hasta este preciso momento ellos siguen presentes …