Allí donde alce mi rabia
Cuando se acabe el pedazo
de la vida que me toca
ha de nacer otra boca
que pregonice mi canto
y ha de incrustar su quebranto
hasta el pecho de las rocas.
Alguno habrá de llorar
y alguno habrá de alegrarse
pero solo ha de llegarse
hasta mi última morada
una copla masticada
con ganas de liberarse.
Porque mi pobre osamenta
habrá de ser algún día
fragancia y algarabía
de algún pastito pinchudo,
pues no habrá de ser al ñudo
seguir pinchando entuavía
Siempre existe la ocasión
y es pa' que el hombre se atreva,
no hay camino que se mueva
aunque parezca culebra,
cuando hay derecho que suebra
es triste no echarlo a prueba.
Si me pongo a describir
lo que es razón y derecho
se me hace un ñudo en el pecho
por lo que cuesta igualarlo
y si quiero conservarlo
me abundan los del cohecho.
por eso cuando el afrecho
se desparrama en el piso
es porque el chancho lo quiso
o el cuidador es maleta,
la concencia no es panceta
pero a veces es chorizo.
Se agranda hasta el más petiso
cuando la razón lo ayuda
pero se pone peluda
cuando se esgrime flojita
la mentira bien escrita
suele ser muy corajuda.
A veces ni la huesuda
llega a saber la verdad
pero si uno es batarás
por los golpes recibidos
se ha de quedar aburrido
de tanto diferenciar.
Reflexión incalculable
que calcula lo vivido
desde haber sido parido
hasta los años que cuento,
si algo me pone contento
es que ya no estoy dormido.
Naide me regala nada
y hasta la oportunidá
es cosa que hasta por demás
he pagado como un tributo
y si sigo medio bruto
también lo debo pagar
Se cobra hasta la amistá
por más que te la regalen
si se dentran o se salen,
si se suben o se bajan
y a veces si te rebajan
te cobran lo que no valen.
Carcomido por el bicho
de la palabra mentida
más de una ocasión la vida
termina con su hermosura
y lo que antes fue dulzura,
es como leche podrida
la caridad comedida
a veces tira su rial
y termina siendo igual
que cosquilla en la barriga
después que Dios te bendiga
o el diablo te haga sonar.
Naide se debe cansar
y naide de esto se queje
con la carreta hasta el eje
enterrada en el pantano
el hombre es como un gusano
galopeando sobre un peje.
Cualquiera que lo maneje
se ha de sentir importante
mientras vaya pa' delante
o al menos no se retobe
la ha de quedar el desove
como tabla de pescante.
Y ansina sin más vacante
que agachar la coronilla
se ha de pelar las rodillas
como ternero mamón
y siempre tendrá un panzón
que se llene a sus costillas.
Si habré borroneao carillas
anotando sucedidos
de pasares afligidos,
de desdichas cotidianas
y si habré pensao macanas
en tantos años perdidos.
Si me habré enllenao
el alma de rabia y desasosiego
si habré tanteao a lo ciego
cuanta esperanza llegaba
si le habré dicho a la taba
"si caes de culo me entrego"
Si habré tanteado la verija
acariciando el plateado
poco pa' comer asado
mucho pa' salvar mi hombría
y ansí me hice a la porfía
de no guardar entripao
Dende entonces aprendí
el poder de la palabra
y aunque la tierra se abra
naide me podrá decir
como se hace pa' vivir
entre liones o entre cabras
mal el hombre ha de pasarla
si entrega su dignidad
pues poco suele de durar
lo que a tal precio se obtiene
vale todo si se tiene,
vale nada si se da.
Repetiré hasta el cansancio
lo que otras veces ya dije
el repetir no me aflige
aunque me cueste el matambre
también se repite el hambre
aunque alguno no se fije.
Todo argumento se rige
en escapes y agachadas
caparazón quebrajeada
que deja ver lo de adentro
en todo redondo hay centro
y hay redondos a patadas.
Lo difícil suele ser
perimetrar con certeza
de errar nació la pobreza
pero también la opulencia
la primera es consecuencia
de la segunda inclemencia.
si consiguiendo pacencia
se consigue eternidá
es fácil adivinar
lo eterno de la miseria
la pacencia es cosa seria
cuando no tiene final.
Pero el hombre acaba mal
cuando gasta esa virtú
si se juega el caracú
pa' no caer en el fracaso
lo planchan de un garrotazo
y así le apagan la luz
Y haciendo puruspupús
en discursos sentenciosos
el caudillo alabancioso
miente a granel y sin asco
cae el yanqui, el ruso, el vasco,
el turco y el jeringoso.
Y ¿que hay del asado jugoso
y el puchero de Marucha?
¿que pasa con el que escucha
tanta promesa gastada?
si pa' echar una yerbeada
lleva el país a babucha.
¿Que pasa con el que lucha
y se cincha como un caballo?
que ya ni el gusto a zapallo
puede probar en el plato
ese que se acuesta pato
y amanece con el gallo.
Ese que ya tiene un callo
en medio del corazón
con la mujer sin calzón
con el hijo sin tricota
ese que usan cuando vota
prometiéndole un montón.
Ese que tiene razón
cuando dice que es mentira
ese que no tiene lira,
ni dólar, ni patacón
ese que ni a religión
le alcanza lo que traspira.
¿que pasa con el que muere
solo por decir que no?
cuando a punta de rigor
le ahorcan los ideales
males que alimentan males,
dolores que traen dolor.
Y ese que cae por disgracia
al final de un mosocomio
por haber andado de insomnio
acomodando el salario
seguro que deja varios
con visita al manicomio.
Madeja de la madeja
tu punta ¿donde andará?
quién te pudiera encontrar
pa' saber cuanto medís
y darte por la nariz
lo que en la nuca me das.
quien pudiera sofrenar l
a vida y la providencia
quien pudiera ser concencia
pa' martillar noche y día
pa' borrar la porquería
que se nutre de inocencia.
Cabizbaja interferencia
que se arrima cavilante
funcionario interpelante
te aconseja con premura
que lo grueso de la achura
jamás termina adelante.
Que la mar esta en bajante
que el viento ya va a parar
que hay que saber esperar
el cambio de un secretario
y así me reza un rosario
que nunca podré tragar.
Y aunque me mande a ... a cantar
y me den papel higiénico
viviré tragando arsénico
indagando mi memoria
y así quedará mi historia
con ficha de esquizofrénico
y sin llegar a ser ténico
ajustaré mi tornillo
dándole forma al anillo
del mundo que me rodea
y aunque ese mundo no vea
yo seré su monaguillo.
Y si es medio saladillo
el pan que te comulgó
no le eches la culpa a Dios
ni al santo que lo acompaña
que, aunque ellos tengan sus mañas
la culpa la tenés vos.
La pucha que lo partió
fiero y abierto el hachazo
si por tener un pedazo
tengo que comprarlo entero
antes que nada prefiero
rodar que marcar el paso.
Se me pone duro el brazo
cuando lo mando a callar
y si pienso en recular
la pata va pa' delante
con el ojo vigilante
puedo largarme a opinar.
A veces tengo que andar
cuidándome la osamenta
como quien tiene un cuenta
que debe y que no pagó
pero pienso que el cantor
debe cantar las cuarenta.
No hago gala de mis mentas
porque nunca fui mentado
si alguno me ha comparado
con algún cantor prolijo
sepa que solo me fijo
si me callo un entripao.
Y ansí nomás me despido
sin completar mi concierto
yo se que todo esto es cierto
y lo que habrá de seguir
callarme han de conseguir
tan solo viéndome muerto.
José Larralde (El Pampa)