Un día como el de hoy, pero del año 1968, la Universidad de la Sorbona en París (Francia) bullía por la agitación. Los estudiantes de Nanterre llevaban a cabo una jornada antimperialista, pero el rector, en desacuerdo, llamó a la policía y el edificio fue desalojado. Ante este atropello, los estudiantes invadieron el “Barrio Latino” y en la noche las calles se llenaron de barricadas y enfrentamientos con las “fuerzas del orden” que se continuaron durante el siguiente día. Ante la persistencia de la rebelión estudiantil, el 13 de Mayo se abrirá una nueva dinámica al incorporarse a la revuelta el sector obrero cuando los Sindicatos llamen a una huelga general solidarizándose con los estudiantes y para reclamar el cese de la represión. Una semana después, Francia se encontrará paralizada, escasearán los artículos de primera necesidad, la gasolina y el suministro eléctrico mientras que se hará notorio un vacío de poder. Los partidos tradicionales quedarán desbordados y el gobierno al borde del colapso, pero “la imaginación que pretendía tomar el poder” se evaporaría tan rápido como había surgido. El 25 de Mayo se firmarán los acuerdos de Grenelle donde se aprobará un salario mínimo garantizado y el reconocimiento de ciertos derechos sindicales. En los siguientes días el Presidente De Gaulle disolverá la Asamblea Nacional y llamará a elecciones. El “Mayo del 68” fracasó como revolución, pero transformó a la sociedad francesa, cambió pautas de comportamiento, introdujo nuevos valores, reconoció los derechos de la mujer, la liberación de las costumbres y la democratización de las relaciones sociales.