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Breverías de Francisco
Álvarez Hidalgo
2919
Vuelves al viejo pueblo en que naciste, y lo encuentras igual
que lo dejaste; pero hay algo, no sé si alegre o triste, que te habla de
contraste.
Por mucho gozo o sentimentalismo que te depare el singular
instante, ya no te pertenece.
El poblado es el mismo, pero tú ya te
has hecho tan distante que de alguna manera te
entristece.
2920
Vives, y eres perpetuo
movimiento; alégrate del cambio que la vida día a día te
impone.
Cambia la piel, la idea, el sentimiento, aprendes algo, y algo
se te olvida; de transición el mundo se compone.
Quien al cambio se
niega, por incierto,
Sed
Me llamó la palmera, tan distante; yo, exhausto
peregrino en el desierto, llegué, de arena, de sudor cubierto, y la sed
abrasándome, asfixiante.
Mas ni oasis de sombra confortante, ni agua
reparadora a cielo abierto; espejismo, no más; y, en desconcierto, decidí
no seguir hacia delante.
Pero me sobrepuse prontamente. Si no calmas
mi sed, ni a mí adyacente deseas ser sosiego o palmeral,
proseguiré mi
búsqueda; algún día me otorgará el azar la compañía que se adapte a mi
espacio personal. Los Angeles, 24 de marzo de
2013
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