Si habéis leído con atención el título probablemente no os suene de nada pero, si os dijera el nombre francófono con el que habitualmente es conocido seguro que tendríais una extraña sensación de familiaridad: hablamos del déjà vu.
Este fenómeno ocurre cuando sentimos que algo ya lo hemos vivido, es un término general que abarca experiencias parecidas como son el ya vivido, el ya sentido y el ya visto. Se han realizado diversas encuestas y aproximadamente el 60% de los sujetos confesaba haberlo sentido alguna vez.
Hay muchos estudios científicos y varias teorías que intentan explicarlo, pero os voy a contar los dos que más me han llamado la atención y que son de los más aceptados. La primera es la hipótesis del holograma, según la cual el cerebro podría crear reconstrucciones mentales en base a nuestros propios conocimientos adquiridos de libros, películas o experiencias.
Cualquier elemento de un recuerdo podría desencadenar la fabricación de uno de estos hologramas, por más insignificante que pudiera parecer: un color, un olor o una forma. Aceptaríamos pues la idea de que todo participa de todo, al menos en nuestro cerebro. Con estos hologramas podríamos tener ideas mentales sobre cosas que no habríamos visto jamás.
Otras teorías, sin embargo, apuntan hacia las disfunciones del cerebro debidas (por ejemplo, hay muchas más) a la variación de la velocidad de envío de los mensajes neuronales a través de la sinapsis, lo que generaría unos desordenes repentinos de memoria provocando el déjà vu. Por último os voy a contar otra teoría que me ha llamado la atención. Trataremos aquí de interpretar el déjà vu como la memoria de los sueños.
Los sueños intervienen en la memoria a largo plazo, mientras que los acontecimientos actuales actúan con la memoria corta. Los sueños, salvo circunstancias concretas o que nos entrenemos para ello (que se puede hacer con esmero y dedicación) no se recuerdan.
Quizás por la mañana atisbemos a recordar brevemente el último sueño, especialmente si nos hemos despertado de golpe, pero por lo general, los sueños se olvidan. Sin embargo, estas experiencias ganadas mientras soñamos no caen en el olvido para todos: no para nuestro subconsciente.
Nuestros sueños permanecen allí, y el déjà vu ocurriría cuando debido a una actividad cerebral súbita conseguiría arrancar cierta información y dárnosla, obteniendo esa sensación tan característica del déjà vu.
* Los sueños y el inconsciente
¿Cuál es la real conexión entre los sueños y el inconsciente? ¿Es el inconsciente el responsable de los sueños que tenemos? ¿Podemos interpretar nuestros sueños relacionándolos de forma directa con nuestro inconsciente? Intentaremos encontrar algunas respuestas.
Cómo el inconsciente incide en nuestros sueños
Piensa en el inconsciente como un gran depósito donde se guardan paquetes que contienen tus convicciones, memorias, y experiencias de vida. Él contenido de dicho depósito, luego afecta tu comportamiento y tu accionar en distintas circunstancias.