!FELIZ DíA DE SAN PATRICIO,
El duende irlandés, que está al final del arco-iris, es una diminuta figura, con oficio de zapatero y borrachín. Este personaje, que esconde el secreto de la olla de oro, pasa su eterno tiempo, fabricando zapatos de un solo pie.
Es la leyenda de los sueños por alcanzar. Sólo fijando la vista, constantemente, sobre el juguetón personaje, se puede conseguir el secreto ansiado. La olla de oro son nuestras metas. El secreto lugar significan las vías para lograrlas. La mirada fija, enfocada a los objetivos, siempre te llevará a que el duende-vida, aún saltando sobre los obstáculos, de un solo camino-zapato, te conduzca al éxito.
Un trébol, como símbolo de la Divina Trinidad, le sirvió a San Patrick, para explicar su verdad, en la constante batalla evangelizadora. El verde, la esperanza y lo nuevo, le acompañaron, en su afán de crear un mundo cristiano, donde lo pagano se hacía común, con anterioridad. La hoja invencible es milagrosa, porque lleva el beneficio de una vida mejor.
En Irlanda, quizás por la posición geográfica, no existen serpientes, y la leyenda le entrega la hazaña a este hombre de quien aún no se determina el lugar correcto de su enterramiento, pero sí la ubicación exacta de su ideas. Antes de San Patrick, el país estaba dominado, por la imagen pagana de la serpiente, que significaba el poder de lo incorrecto. Se atribuye a las palabras y a las acciones del guerrero cristiano, el haber sido expulsadas del territorio. Serpientes y paganos dejaron de existir, cuando Irlanda se convirtió al cristianismo.
La cerveza es cebada, alimento y alegría, festejo de la cosecha. Más agua, o menos agua, deviene en pan o cerveza. Proteínas, carbohidratos, fibras, antioxidantes. Símbolo de fiesta, baile, celebración de la vida, identidad cultural. Eso es San Patrick, cada 17 de marzo, una ventana abierta a la inmensidad del arco-iris, a la retribución de la dicha, en libertad.
Tomado de la red