“Deja que LOS PERROS ladren Sancho amigo, es señal que vamos pasando.”
EL PASAJE DEL TOBOSO Y LOS PERROS QUE LADRAN
Libro I Cap. IX
‘Medianoche era por filo’, poco más a menos, cuando don Quijote y Sancho dejaron el monte y entraron en el Toboso. Estaba el pueblo en un sosegado silencio, porque todos sus vecinos dormían y reposaban a pierna tendida, como suele decirse. Era la noche entreclara, puesto que quisiera Sancho que fuera del todo escura, por hallar en su escuridad disculpa de su sandez. No se oía en todo el lugar sino ladridos de perros, que atronaban los oídos de don Quijote y turbaban el corazón de Sancho. De cuando en cuando rebuznaba un jumento, gruñían puercos, mayaban gatos, cuyas voces, de diferentes sonidos, se aumentaban en el silencio de la noche, todo lo cual tuvo el enamorado caballero a mal agüero, pero con todo esto dijo a Sancho:
—Sancho, hijo, guía al palacio de Dulcinea; quizás podrá ser que la hallemos despierta.
No hay comentario de Sancho, ni respuesta del Quijote. Pero sí hay perros que ladran y avance en el camino. Una deformación de esta cita puede haber dado origen a la famosa frase…”
“Deja que LOS PERROS ladren Sancho amigo, es señal que vamos pasando.”
ATRIBUIDO A ORSON WELLS
Desde 1957 y hasta el día de su muerte en 1985, Orson Wells intentó finalizar una versión sui generis de El Quijote que tuvo lugar en su imaginación. Por diversos motivos ello no fue posible (fundamentalmente económicos), y el resultado fue lamentable, una obra inconclusa que nunca terminó de montar.
Lo único que quedó de ese obsesivo y meticuloso trabajo fue una frase que todos atribuían al mismísimo Quijote: ¿Ladran, Sancho, es señal que cabalgamos? Pero no era más que un mito. Porque fue parte del guión que nunca vio la luz. Esto fue descubierto por el escritor uruguayo Eduardo Galeano y mucha gente lo ignora aún hoy.
De todas maneras, aunque no figure en el libro es una frase incorporada a nuestra sabiduría popular, en el sentido que otras respuestas te dijeron: el ladrido, el ruido, se ocasiona cuando hacemos algo, cuando nos arriesgamos al cambio, cuando “cabalgamos” en la vida.
¡¡¡Bienvenido el ladrido!!!
LA FRASE MISMA HA EVOLUCIONADO:
Aquí les muestro algunos usos y variaciones:
1- “Ladran, luego cabalgamos.”
2-“Ladran, luego cabalgamos, amigo Sancho.”
3- “Ladran, amigo Sancho, luego cabalgamos.”
4-“Deja que los perros ladren Sancho amigo, es señal que vamos pasando.”
5- “Ladran Sancho, señal que avanzamos.”
6- “Si los perros ladran es señal de que avanzamos.”
7- “Señor, los perros están ladrando. —
Tranquilo, Sancho, es señal de que estamos cabalgando.”
Esta frase y sus variantes son atribuidas al personaje de Alonso Quijano, aunque no aparecen en toda la obra de El Quijote. La referencia publicada más antigua es un artículo necrológico escrito por Nilo Fabra en El Imparcial en 1916, donde afirmaba que Rubén Darío reaccionaba ante las injurias con dicha frase. Se hizo muy popular gracias a la novela de Ricardo León Cristo en los Infiernos, donde afirmaba que la frase había sido pronunciada por Azaña. También se atribuye erróneamente a Vida de Don Quijote y Sancho, de Miguel de Unamuno. Fuentes: Ángel Padín «Ladran, luego cabalgamos», Amando de Miguel, Interpretaciones de algunas frases hechas
tomado de la red