Anoche por recordarte
no he concluído mi poema,
pensando en tus tiernos ojos
se me fueron las ideas.
Y no supe de que hablar
si de otoño o primavera,
o de una gris avenida
con hojas amarillentas,
o de un camino profundo
bordeado de madreselvas.
Y no sabia de que hablar,
pues para mi, tu ... que ocurrencia
la de seguir recordando
tus ojos sin transparencias.
Tras un cielo habitado
se intercaló mi cabeza,
sin dejarme componer
la primera parte siquiera
y cada vez una frase
cambiada por otra nueva,
los ojos se me nublaban
y no veia las letras.
De tanto pensar en tí
dejé esos versos a medias,
y me dispuse a escribir
lo que en mi vida tú eras:
Una obscura pesadilla,
una alegría incompleta
o el puesto de partida
hacia la mas cruel odisea.
De tanto pensar en tí
me reia de la tristeza
que envolvia mi soledad
mi corazon y tu ausencia.
Y recordé una y mil veces
el cariño que me dieras,
que no alcanzó a ser amor
como el que yo te ofreciera.
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