Un día, la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir. Un día, me mintieron de tal forma que me dolió profundamente, y entonces aprendí a ir siempre de frente con la verdad. Un día, me falló quien menos me imaginaba, y entendí que las palabras hay que cumplirlas, y de los actos hacernos cargo. A veces es necesario dar vuelta a la página y empezar de cero, aunque cueste o duela. El mejor guerrero no es el que triunfa siempre, sino el que vuelve sin miedo a la batalla. La gran tragedia de la vida no es la muerte. La gran tragedia de la vida es lo que dejamos morir en nuestro interior mientras estamos vivos.