PIONEROS : NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN, LOPEZ LECUBE, PUÁN,
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Uno de los lugares mas bellos que puede existir, una imponente iglesia en un mar de llanura pampeana.
Transcurría 1887, cuando don Ramón López Lecube junto a su leal mayordomo Eduardo Graham, cabalgaban en un atardecer cuando, de repente, una partida de aborígenes (malón) comenzaron a acecharlos. Don Ramón, aconsejado por su mayordomo, se ocultó en una gran vizcachera, donde suplicando por su vida a la Virgen del Carmen, le prometió levantar en ese mismo lugar una iglesia si sobrevivía. Lamentablemente, Graham no corrió la misma suerte, siendo tomado cautivo, y no sabiéndose más de él.
El 31 de agosto de 1913, un magnífico templo se inauguraba como símbolo de esa promesa. Los planos fueron confeccionados por el arquitecto Pedro Jürguensen. Su estilo arquitectónico es una mezcla entre el románico, representado con su planta cruciforme y su abovedado con arco de medio punto, y el estilo gótico, con sus catorce espléndidos vitrales. Su mampostería fue íntegramente realizada en ladrillo especial, con granito de las propias canteras del Sr. López Lecube de esta misma región. La construcción estuvo a cargo de la empresa “Paganno construcciones”, de la ciudad de Bahía Blanca y tardó más de diez años en culminarse. La mayor parte de los elementos que lo adornan y enriquecen fueron transportados directamente desde Italia.
Los altares, las ostentosas esculturas y la hermosa imagen de la Virgen del Carmen (que se emplaza en su fachada) son de mármol de Carrara, esculpidas, cada una de ellas, en una única pieza. Los santos que coronan los altares son casi de tamaño natural, obras maestras del escultor italiano Caradossi. Los vitrales también provienen del Viejo Continente; translucen los rayos solares con brillantes tonalidades, allí están las imágenes de San Roque, San Alejo, San Ramón, San Antonio, San Francisco y uno muy especial: San Eduardo, que honra la memoria de su mayordomo desaparecido.
Tanto los bancos, el confesionario, el Vía Crucis como la escalera que conduce al coro y campanario, son de sólido roble. En sus campanas se encuentra una muy significativa inscripción que reza: "confortado en la fe cristiana, llegué a estos campos el 8 de noviembre de 1880, en los que labré mi felicidad". Debajo figura la firma labrada de Ramón López Lecube. En 1920 se produce el fallecimiento de este gran hombre de bien, propulsor entusiasta de esta zona. El claustro funcionó en sus inicios como hogar de los sacerdotes. En la década de 1980 sus instalaciones dieron cobijo a Naty Petrossino y su Hogar San Francisco de Asís de discapacitados.
La galería cerrada funcionó como escuela en los primeros años de la iglesia, hasta que la misma contó con su edificio propio. Actualmente, bajo la Orden Franciscana, se realizan misas los quintos domingos de cada mes. Esta gran obra fue declarada como Patrimonio Cultural de Interés Municipal en 1992, y como Patrimonio Cultural Provincial en el año 1993, y actualmente, la Municipalidad de Puan posee el comodato de la misma.