Siempre he contemplado el atardecer, para ver nacer a las estrellas y ponerles nombres que solo yo sé.
Siempre me ha maravillado el silencio, ese que se rescata después de los murmullos, las risas y los llantos...
Siempre he tarareado una canción inventando acordes en el piano.
Siempre he estado atenta al ritmo de los latidos, pero hoy ... de pronto, me he quedado callada escuchando a la vida, como camina aceleradamente...
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