El laberinto sin salida de Parque Chas.
Queda terminantemente prohibido dirigirse a la manzana de las calles Berna, Marsella, La Haya y Ginebra. Si alguien se animara a dar la vuelta completa, aparecerá en cualquier otro lugar del barrio Parque Chas, menos en el que debería.
Cuenta la historia que en 1957 un grupo de exploradores franceses aceptaron el desafío y, luego de intentarlo, aparecieron en Villa Urquiza, un barrio ubicado a 3 kilómetros. Otra vez, unos urbanistas catalanes formaron dos equipos y caminaron en dirección opuesta con la idea de que se encontrarían en la mitad. No fue así: después de unos largos minutos, uno de los grupos apareció caminando detrás del otro.
La leyenda nació en un cuento del escritor Alejandro Dolina, quien habla de este barrio característico por su difícil trazado de calles circulares y concluye diciendo: “En realidad, conviene no acercarse a Parque Chas”.