Luego de la catastrófica derrota francesa en la Guerra de los Siete Años, en la que perdió casi todo su imperio colonial a manos de los ingleses, Francia emprendió la reconstrucción de su poder imperial y, a expensas de España, consideró colonizar las Malvinas, como parte de una estrategia más amplia. Louis Antoine de Bougainville, quien había estudiado rias de los navegantes que exploraron el área, fundó la Compagnie de Saint-Maló destinada a financiar la expedición y ocupar las islas en nombre del rey. Pensaba colonizarlas con algunos de los 18.000 acadienses que habían sido deportados por rehusarse a jurar lealtad a la corona británica.
Bougainville zarpó de Saint Maló el 15 de septiembre de 1763 con dos naves, en una de las cuales viajaban tres familias de la mencionada región canadiense, quienes se habían refugiado en Bretaña.31 La fragata Aigle y la corbeta Sphinx tuvieron como capitanes a Nicolas Pierre Duclos-Guyot y a François Chenard de la Giraudais respectivamente. El 31 de enero de 1764 arribaron a las islas, a las que nombró Illes Malouines. El 17 de marzo fundó una colonia en la isla Soledad, a la que llamó Port Saint-Louis y el 5 de abril de 1764 tomó posesión formal del territorio en nombre de Luis XV.
El 8 de abril regresó a Francia y volvió a las islas Malvinas el 5 de enero de 1765 a bordo de la Aigle llevando un nuevo grupo de acadienses.
La corte española reclamó inmediatamente ante Francia, aduciendo que las islas eran una dependencia del continente de la América Meridional, iniciándose negociaciones en septiembre de 1764. Esta accedió rápidamente a la protesta, sugiriendo que España negociase directamente con Bougainville, que se hallaba de nuevo en Europa, pues había partido de las islas el 25 de abril de 1765. El navegante reconoció la ilegalidad del establecimiento y aceptó una indemnización española en concepto de resarcimiento por el abandono de las instalaciones y materiales; a partir de este momento los franceses depusieron cualquier tipo de reclamo sobre la soberanía del archipiélago.
Bougainville, en su Viaje alrededor del mundo da más detalles sobre el particular:
España reivindicó estas islas como una dependencia de América Meridional, y habiendo sido reconocido su derecho por el rey, recibí orden de ir a entregar nuestros establecimientos a los españoles (...)
Habiendo Francia reconocido el derecho de su Majestad Católica sobre las islas Malvinas, el rey de España, por un principio de derecho público reconocido en todo el mundo, no debía ningún reembolso por los gastos. Sin embargo, como adquirieron los navíos, bateles, mercaderías, armas, municiones de guerra y de boca que componían nuestro establecimiento, este monarca, tan justo como generoso, ha querido reembolsarnos de nuestros adelantos, y la suma de 618.108 libras nos ha sido entregada por sus tesoreros, parte en París y el resto en Buenos Aires (...)
Fragata francesa La Boudeuse, bajo las órdenes de Bougainville. Grabado del siglo XVIII.
En el recibo extendido por Bougainville, reconoce expresamente que se había establecido en territorio español:
Don Luis de Bougainville coronel de los ejércitos del Rey Cristianísimo. He recibido seiscientos diez y ocho mil ciento y ocho libras trece sueldos y once dineros que importa un estado que he presentado de los gastos que han causado a la Compañía de San Maló las expediciones hechas para fundar sus intrusos establecimientos en las Islas Malvinas de S.M.C (Su Majestad Católica) (...)
El pago se realizó en concepto de indemnización a una empresa privada, la Compagnie de Saint-Maló, por lo que no se trató de una compra de las islas a Francia. El reconocimiento francés a la soberanía española de las islas aumentó los derechos jurídicos de España sobre ellas.
El primer día de abril de 1767 España recibió formalmente las islas en Port Saint-Louis, quedando unos cuarenta colonos franceses bajo el gobierno de Felipe Ruiz Puente, que había arribado al archipiélago con las fragatas Liebre y Esmeralda, siendo acompañado desde Montevideo por Bougainville en la fragata La Boudeuse, en tanto que unos ciento doce colonos prefirieron regresar a Francia. Dionisio de Alcedo y Herrera, realizó hacia 1771 un completo informe sobre el estado en que se recibió la Colonia
Esta nueva colonia pasó a depender administrativamente del Gobernador y Capitán General de Buenos Aires, en aquel tiempo Francisco de Paula Bucarelli y Ursúa y fue renombrada como Puerto Soledad.
Seguirá próximamente, con paciencia, hasta la guerra moderna contra Inglaterra