Dom Pierre Pérignon nacio en Santo-Menehould, en la región de Champagna, Francia.
Fue un monje benedictino a quien se le atribuye la invención del método para la fabricación del champagne (vino espumante fermentado). A este descubrimiento se lo denomina método champenoise. Durante toda su estancia en el convento de monjes benedictinos en la abadía de Saint-Vannes y hasta su muerte, se dedicó a la custodia del sótano de la abadía (lugar donde se guardaba la producción de vino). Fue durante su administración que la abadía prosperó y duplicó su producción vinícola. Como demostración del honor y respeto que los monjes benedictinos tenían por Pierre y su familia, fue que cuando fallecieron, los Dom Pérignon fueron enterrados en una sección del convento que era exclusivamente reservada a los abades.
Como homenaje a quien elevó el vino espumante a su máxima expresión se ha puesto como nombre Dom Pérignon como uno de los mejores champagna del mundo.
En la argentina es consumido igual que con el Barón B ambas provenientes de la Enpresa Moët te Chandon.