El dicho viene de un cuento en que un perro había cometido cierta fechoría; alguien congregó a la jauría y les pidió a todos que saltaran por encima de una hoguera; quien fuera inocente no tenía nada que temer, no así el culpable pues su culpa le había convertido su cola en paja. El culpable se descubrió cuando se negó a saltar.
Eso hace pensar a aquellas personas que no tienen limpia la conciencia por algún acto, delito o maldad que hayan cometido se dice que tiene "Cola de Paja" ya que si bien nadie lo acusa se da por "acusado".