Empleamos este término para decir de algo que es evidente y sobradamente conocido por todos.
De ahí viene la palabra "Perogrullada" la cual la RAE la define como “Verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el decirla”, lo que de aquí se desprende además la frase conocida como "Verdad de Perogrullo".
Se cree que el origen data de 1460, cuando un escritor anónimo que firma con el pseudónimo de "Evangelista", en uno de sus relatos, crea la figura de un tal "Pero Grillo" (que por fonética fue variando su nombre), un profeta ermitaño el cual pronostica cosas como éstas:
✓ "El primer día de enero que vendrá será el primer día del año".
✓ "Ha amanecido porque es de día".
✓ "Cuatro huevos son dos pares".
✓ "La mano cerrada se puede llamar puño".
✓ "Cuando no se tiene frío, es que se ha entrado en calor", entre otras muchas.
Se piensa que el tal "Evangelista" firma con un alias, porque en dichos escritos hacía referencia satirizada a profecías Bíblicas que debido a su mala traducción parecían obviedades.
Años después el nombre "Pero Grillo" ha podido derivar al conocido "Pero Grullo".
La palabra "perogrullada" la crea Francisco de Quevedo en su ensayo "Sueño de la muerte" allá por el año 1622.
Francisco de Quevedo, en su libro Los sueños de ese mismo año , es donde hace presentar al gran profeta Pero Grullo: "Yo soy Pedro y no Pero Grullo, que quitándome una d en el nombre me hacéis el santo fruta". Y el personaje ofrece diez profecías, a las cuales Quevedo denomina perogrulladas.