Cómo nació la leyenda de La Befana
En su camino a Belén, los Reyes Magos se perdieron y le pidieron ayuda a una anciana que muy amablemente les indicó la ruta y les dio dulces y regalos para que le lleven al Niño Jesús. Sin embargo, cuando éstos la invitaron a sumarse al viaje, la señora se negó. Al poco tiempo se arrepintió y salió de su casa intentando encontrar a los Reyes Magos para unirse al periplo. Al no encontrarlos, comenzó a parar en cada hogar, regalándoles caramelos a los niños con la esperanza de que alguno de ellos fuera el Niño Jesús. Desde entonces, La Befana viaja por el mundo haciendo regalos a todos los chicos.
Algunos historiadores asocian esta celebración con el culto a la agricultura y los ciclos estacionales que llevaban a cabo los antiguos romanos. Si bien siempre se la muestra como una bruja, en realidad La Befana es una anciana con una escoba, antiguo símbolo de la purificación de las casas y también de las almas. Así como la figura de Papá Noel se asocia a San Nicolás, La Befana está íntimamente ligada con Santa Lucía, que ofrecía regalos a los niños.
La fiesta de La Befana: ¡Todos a celebrar!
En todas partes de Italia, durante las celebraciones de la Epifanía se organizan diversos eventos, festivales, obras, conciertos y muestras. En algunas ciudades como Roma y Milán, las plazas principales se llenan de gente que celebra la llegada de La Befana con disfraces, pirotecnia y regalos para los más chicos.
Las grandes fogatas donde se quema a una muñeca de trapo que representa a la bruja también son una tradición muy instalada. En el Veneto, por ejemplo, se conoce a este ritual como “panevin”. Se trata de una fogata destinada a borrar los aspectos negativos del año que terminó y atraer los buenos augurios para el que empieza.
En el Sur, más precisamente en Sicilia, se realiza una procesión en la que La Befana sale envuelta en una sábana blanca, montada en un burro, a recorrer las calles de la ciudad de Palermo mientras le deja regalos a los niños que se van acercando.
Cada ciudad tiene su propio modo de recordar esta antigua celebración que viene a concluir la Navidad. El objetivo es el mismo, un motivo más para festejar junto a los niños y mantener viva la ilusión y la magia de las fiestas.