" Piedra libre para todos mis amigos" Ese era el grito que nos podía salvar ...
Hoy el grito traspasa fronteras y se hace eco en los corazones. Los escondites son detrás de ladrillos de adultos y árboles de gruesos troncos enraizado -cada uno- en el bosque que supo encontrar. Hoy jugamos a abrazarnos como se pueda; con la voz, con los brazos, con la piel o con la memoria. Aprendimos a estar sin estar, desarrollamos la telepatía y más de un sexto sentido. Sentimos algo que no sabemos qué es pero nos oprime en el medio de todo y cuando nos decidimos a llamar, escuchamos ese:
"Justo cuando lo necesitaba"...
Congelamos un lugar del mundo en una fotografía y se la mandamos. Si la volvemos a mirar, aparecen unas letras invisibles donde se puede leer: " Deberías estar vos también acá "
Aprendimos a curar con palabras entrecortadas y a ser sanados con mensajes dulces de chat. Descubrimos que se puede llorar por teléfono y tomar un mate virtual.
Comprendimos que era ahora el momento de decirnos todo lo que nunca nos pudimos decir, y más aún,entendimos que no hay otra manera más que mirarnos a los ojos desde donde sea y recordar en voz muy alta lo mucho que nos extrañamos, con cuánta intensidad nos queremos.
AMiGOS ... de acá, de allá, de la infancia, de la juventud, de la adultez -y que se bancan todas las historias de la juventud y de la infancia-...
Esos que te escriben siempre, esos que no escriben nunca, los sin tiempo, los que se inventan el tiempo para vos, los que preguntan al detalle, los que adivinan hasta el último detalle, los que saben qué necesitás antes de que te des cuenta de que estabas necesitando algo. Los que te siguen el rollo, los que te lo cortan, los que te dicen "me acordé de vos" porque pasaron por un kiosco o escucharon "esa" canción y acto seguido te la envían...
Entonces no hace falta nada más.
A los que podes decir " Va de nuevo" y aquí no pasó nada...
A los que les decís " Hoy estoy en tus manos" y deciden sostenerte el corazón.
A los que sueñan para todos y a los que concretan sueños para vos. A los que bailan para que puedas bailar, a los que leen y te alientan.
Y al final... ¡Piedra libre para todos mis amigos!
Yo los amo, así que aún, nos podemos salvar!