Yendo a un buen lugar
Mentalmente, muévete hacia un buen lugar. La vida tiene infinitas posibilidades y tú puedes imaginar cualquiera que desees.
No tienes por qué conformarte ni con un poquito menos que una perspectiva espectacularmente positiva. Utiliza el poder de tus pensamientos para encaminarte hacia un lugar que te ofrezca esa perspectiva.
Conecta, una y otra vez, con aquello que más valoras. Recuérdate constantemente por qué la vida es tan sorprendentemente buena.
Mantente enfocado en las mejores posibilidades de la vida. Apunta tus pensamientos sólidamente en la dirección en la cual más deseas encaminarte.
Tus pensamientos tienen el poder de construir un mundo verdaderamente hermoso y particularmente pleno. Y luego esos pensamientos pueden llevarte a hacer que ese mundo se haga realidad.
En tu mente, encamínate hacia un buen lugar. Descubrirás la energía y la inspiración necesarias para llevar hacia allí toda tu vida.
— Gabriel Sandler