El pájaro de mal agüero (primo del pájaro meaplacas y el pájaro con suelas) tiene un origen que se remonta a la antigua Roma.
Aunque los estos parecían muy civilizados, realmente eran muy supersticiosos y tomaban todas sus decisiones importantes consultando oráculos.
Uno de los ritos de adivinación más comunes era predecir acontecimientos basados en el vuelo de buitres o cuervos. Si el ave era portadora de malas noticias, se decía que era un ave de mal agüero. Desde entonces y hasta ahora, se usa esta frase para designar a las personas que dan malos presagios.