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De: karmyna (Mensaje original) |
Enviado: 15/04/2017 17:34 |
Cristo, una vez resucitado de entre los muertos,
ya no morirá nunca.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 6, 3-11
Hermanos:
¿No saben ustedes que todos los que hemos sido incorporados a Cristo Jesús
por medio del bautismo, hemos sido incorporados a Él en su muerte?
En efecto, por el bautismo fuimos sepultados con Él en su muerte, para que,
así como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre,
así también nosotros llevemos una vida nueva.
Porque, si hemos estado íntimamente unidos a Él por una muerte
semejante a la suya, también lo estaremos en su resurrección.
Sabemos que nuestro hombre viejo fue crucificado con Cristo,
para que el cuerpo del pecado quedara destruido,
a fin de que ya no sirvamos al pecado,
pues el que ha muerto queda libre del pecado.
Por lo tanto, si hemos muerto con Cristo,
estamos seguros de que también viviremos con Él;
pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos,
ya no morirá nunca.
La muerte ya no tiene dominio sobre Él, porque al morir,
murió al pecado de una vez para siempre; y al resucitar, vive ahora para Dios.
Lo mismo ustedes, considérense muertos al pecado y vivos
para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
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De: karmyna |
Enviado: 29/01/2025 02:34 |
MIERCOLES III DEL TIEMPO ORDINARIO 29 DE ENERO 2025
Salió el sembrador a sembrar.
Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 1-20
En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago,
y se reunió una muchedumbre tan grande, que Jesús tuvo
que subir en una barca; ahí se sentó, mientras la gente estaba
en tierra, junto a la orilla.
Les estuvo enseñando muchas cosas con parábolas y les decía:
"Escuchen. Salió el sembrador a sembrar.
Cuando iba sembrando, unos granos cayeron en la vereda;
vinieron los pájaros y se los comieron.
Otros cayeron en terreno pedregoso, donde apenas había tierra;
como la tierra no era profunda, las plantas brotaron enseguida;
pero cuando salió el sol, se quemaron, y por falta de raíz, se secaron.
Otros granos cayeron entre espinas; las espinas crecieron,
ahogaron las plantas y no las dejaron madurar.
Finalmente, los otros granos cayeron en tierra buena;
las plantas fueron brotando y creciendo y produjeron el treinta,
el sesenta o el ciento por uno".
Y añadió Jesús: "El que tenga oídos para oír, que oiga".
Cuando se quedaron solos, sus acompañantes y los Doce le preguntaron
qué quería decir la parábola.
Entonces Jesús les dijo:
"A ustedes se les ha confiado el secreto del Reino de Dios; en cambio,
a los que están fuera, todo les queda oscuro; así, por más que miren,
no verán; por más que oigan, no entenderán; a menos que se arrepientan
y sean perdonados". Y les dijo a continuación:
"Si no entienden esta parábola, ¿cómo van a comprender todas las demás?
`El sembrador’ siembra la palabra.
‘Los granos de la vereda’ son aquellos en quienes se siembra la palabra,
pero cuando la acaban de escuchar, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos.
‘Los que reciben la semilla en terreno pedregoso’, son los que, al escuchar la palabra,
de momento la reciben con alegría; pero no tienen raíces, son inconstantes,
y en cuanto surge un problema o una contrariedad por causa de la palabra,
se dan por vencidos.
`Los que reciben la semilla entre espinas’ son los que escuchan la palabra;
pero por las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas
y el deseo de todo lo demás, que los invade, ahogan la palabra y la hacen estéril.
Por fin, los que reciben la semilla en tierra buena’ son aquellos que escuchan
la palabra, la aceptan y dan una cosecha: unos, de treinta; otros, de sesenta;
y otros, de ciento por uno".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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De: karmyna |
Enviado: 30/01/2025 01:35 |
Mantengamos firme, con la plenitud de la fe,
la profesión de nuestra esperanza,
estimulándonos mutuamente al ejercicio de la caridad.
De la carta a los hebreos: 10, 19-25
Hermanos:
En virtud de la sangre de Jesucristo, tenemos la seguridad
de poder entrar en el santuario, porque Él nos abrió un camino nuevo
y viviente a través del velo, que es su propio cuerpo.
Asimismo, en Cristo tenemos un sacerdote incomparable
al frente de la casa de Dios.
Acerquémonos, pues, con sinceridad de corazón, con una fe total,
limpia la conciencia de toda mancha y purificado el cuerpo
por el agua saludable.
Mantengámonos inconmovibles en la profesión de nuestra
esperanza, porque el que nos hizo las promesas es fiel a su palabra.
Estimulémonos mutuamente con el ejemplo al ejercicio de la caridad
y las buenas obras.
No abandonemos, como suelen hacerlo algunos, la costumbre
de asistir a nuestras asambleas; al contrario, animémonos
los unos a los otros, tanto más, cuanto que vemos que
el día del Señor se acerca.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
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De: karmyna |
Enviado: 30/01/2025 01:36 |
JUEVES III DEL TIEMPO ORDINARIO 30 DE ENERO 2025
La misma medida que utilicen para tratar a los demás,
se usará para tratarlos a ustedes.
Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 21-25
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud:
"¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo
de una olla o debajo de la cama?
¿No es para ponerla en el candelero?
Porque si algo está escondido,
es para que se descubra; y si algo se ha ocultado,
es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga".
Siguió hablándoles y les dijo: "Pongan atención a lo que están oyendo.
La misma medida que utilicen para tratar a los demás, esa misma se usará
para tratarlos a ustedes, y con creces.
Al que tiene, se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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De: karmyna |
Enviado: 31/01/2025 02:31 |
Ustedes han soportado grandes luchas.
No pierdan, pues la confianza.
De la carta a los hebreos: 10, 32-39
Hermanos: Recuerden aquellos primeros días en que,
recién iluminados por el bautismo, tuvieron ustedes que
afrontar duros y dolorosos combates.
Unas veces fueron expuestos públicamente a los insultos y tormentos.
Otras, compartieron los sufrimientos de los hermanos que eran maltratados,
se compadecieron de los que estaban en la cárcel y aceptaron con alegría
que los despojaran de sus propios bienes, sabiendo ustedes que están
en posesión de otros, mejores y perdurables.
Por lo tanto, no pierdan la confianza, pues la recompensa es grande.
Lo que ahora necesitan es la perseverancia, para que,
cumpliendo la voluntad de Dios, alcancen lo prometido.
Atiendan a lo que dice la Escritura:
Pronto, muy pronto, el que ha de venir vendrá y no tardará; y mi justo,
si permanece fiel, vivirá; pero si desconfía, dejará de agradarme.
Ahora bien, nosotros no somos de los que desconfían y perecen,
sino hombres de fe, destinados a salvarnos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
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De: karmyna |
Enviado: 31/01/2025 02:32 |
VIERNES III DEL TIEMPO ORDINARIO 31 DE ENERO 2025
SAN JUNAN BOSCO PRESBITERO
El hombre siembra su campo, y sin que él sepa cómo,
la semilla germina y crece.
Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 26-34
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud:
"El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre
siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días,
y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra,
por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos,
luego las espigas y después los granos en las espigas.
Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano
de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha".
Les dijo también: "¿Con qué compararemos el Reino de Dios?
¿Con qué parábola lo podremos representar?
Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña
de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor
de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra".
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje,
de acuerdo con lo que ellos podían entender.
Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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De: karmyna |
Enviado: 01/02/2025 01:19 |
Esperaban la ciudad de sólidos cimientos,
cuyo arquitecto y constructor es Dios.
De la carta a los hebreos: 11, 1-2. 8-19
Hermanos: La fe es la forma de poseer, ya desde ahora,
lo que se espera, y de conocer las realidades que no se ven.
Por ella, fueron alabados nuestros mayores.
Por su fe, Abraham, obediente al llamado de Dios,
y sin saber a dónde iba, partió hacia la tierra que habría
de recibir como herencia.
Por la fe, vivió como extranjero en la tierra prometida,
en tiendas de campaña, como Isaac y Jacob, coherederos
de la misma promesa, después de él.
Porque ellos esperaban la ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto
y constructor es Dios.
Por su fe, Sara, aun siendo estéril y a pesar de su avanzada edad,
pudo concebir un hijo, porque creyó que Dios habría de ser fiel a la promesa;
y así, de un solo hombre, ya anciano, nació una descendencia numerosa
como las estrellas del cielo e incontable como las arenas del mar.
Todos ellos murieron firmes en la fe.
No alcanzaron los bienes prometidos, pero los vieron y los saludaron
con gozo desde lejos.
Ellos reconocieron que eran extraños y peregrinos en la tierra.
Quienes hablan así, dan a entender claramente que van en busca de una patria;
pues si hubieran añorado la patria de donde habían salido, habrían estado
a tiempo de volver a ella todavía. Pero ellos ansiaban una patria mejor: la del cielo.
Por eso Dios no se avergüenza de ser llamado su Dios,
pues les tenía preparada una ciudad.
Por su fe, Abraham, cuando Dios le puso una prueba, se dispuso a sacrificar a Isaac,
su hijo único, garantía de la promesa, porque Dios le había dicho:
De Isaac nacerá la descendencia que ha de llevar tu nombre.
Abraham pensaba, en efecto, que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos;
por eso le fue devuelto Isaac, que se convirtió así en un símbolo profético.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
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De: karmyna |
Enviado: 01/02/2025 01:19 |
SABADO III DEL TIEMPO ORDINARIO 1 DE FEBRERO 2025
¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?
Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 35-41
Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos:
"Vamos a la otra orilla del lago".
Entonces los discípulos despidieron a la gente y condujeron
a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban, además, otras barcas.
De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca
y la iban llenando de agua. Jesús dormía en la popa, reclinado sobre un cojín.
Lo despertaron y le dijeron:
"Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?"
Él se despertó, reprendió al viento y dijo al mar: "¡Cállate, enmudece!"
Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma.
Jesús les dijo: "¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?"
Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros:
"¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?"
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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De: karmyna |
Enviado: 02/02/2025 03:02 |
Entrará en el santuario el Señor, a quien ustedes buscan.
Del libro del profeta Malaquías: 3, 1-4
Esto dice el Señor: "He aquí que yo envío a mi mensajero.
Él preparará el camino delante de mí.
De improviso entrará en el santuario el Señor,
a quien ustedes buscan, el mensajero de la alianza
a quien ustedes desean.
Miren:
Ya va entrando, dice el Señor de los ejércitos.
¿Quién podrá soportar el día de su venida?
¿Quién quedará en pie cuando aparezca?
Será como fuego de fundición, como la lejía de los lavanderos.
Se sentará como un fundidor que refina la plata;
como a la plata y al oro, refinará a los hijos de Leví
y así podrán ellos ofrecer, como es debido, las ofrendas al Señor.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén,
como en los días pasados, como en los años antiguos".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
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De: karmyna |
Enviado: 02/02/2025 03:03 |
Tenía que asemejarse en todo a sus hermanos.
De la carta a los hebreos: 2, 14-18
Hermanos:
Todos los hijos de una familia tienen la misma sangre;
por eso, Jesús quiso ser de nuestra misma sangre,
para destruir con su muerte al diablo, que mediante la muerte,
dominaba a los hombres, y para liberar a aquellos que,
por temor a la muerte, vivían como esclavos toda su vida.
Pues como bien saben, Jesús no vino a ayudar a los ángeles,
sino a los descendientes de Abraham; por eso tuvo que hacerse
semejante a sus hermanos en todo, a fin de llegar a ser sumo sacerdote,
misericordioso con ellos y fiel en las relaciones que median entre Dios
y los hombres, y expiar así los pecados del pueblo.
Como El mismo fue probado por medio del sufrimiento, puede ahora
ayudar a los que están sometidos a la prueba.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
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De: karmyna |
Enviado: 02/02/2025 03:03 |
DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO 2 DE FEBRERO 2025
PRESENTACION DEL SEÑOR
Mis ojos han visto al Salvador.
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 22-40
Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés,
ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor,
de acuerdo con lo escrito en la ley:
Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer,
como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios,
que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo,
el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor.
Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban
con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos
y bendijo a Dios, diciendo:
"Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido,
porque mis ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado para bien
de todos los pueblos; luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel".
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras.
Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció:
"Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel,
como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto
los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma".
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Asen
Era una mujer muy anciana.
De joven, había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad.
No se apartaba del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios
con ayunos y oraciones.
Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño
a todos los que aguardaban la liberación de Israel.
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea,
a su ciudad de Nazaret.
El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con Él.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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De: karmyna |
Enviado: 04/02/2025 01:31 |
Por la fe, nuestros antepasados conquistaron reinos
y Dios dispone para nosotros algo mejor.
De la carta a los hebreos: 11, 32-40
Hermanos: ¿Para qué seguir hablando sobre el poder de la fe?
Me faltaría tiempo, si tuviera que exponer en detalle lo que hicieron Gedeón,
Baruc, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas.
Por su fe, ellos conquistaron reinos e hicieron justicia, lograron que se fueran
cumpliendo las promesas divinas, cerraron las fauces de los leones,
dominaron la violencia del fuego, se salvaron del filo de la espada,
vencieron las enfermedades, fueron valientes en la guerra y pusieron en fuga
a los ejércitos extranjeros.
Hubo también algunas mujeres, que por su fe obtuvieron la resurrección
de sus hijos muertos.
Muchos, sometidos a las torturas, prefirieron no ser rescatados,
para alcanzar así la resurrección.
Unos sufrieron escarnios y azotes, cadenas y cárcel.
Otros, fueron apedreados, aserrados, torturados y muertos a espada;
anduvieron errantes, cubiertos con pieles de ovejas y de cabras,
faltos de todo, pasando necesidad, apuros y malos tratos.
Esos hombres, de los cuales no era digno el mundo, tuvieron que vagar
por desiertos y montañas, por grutas y cavernas.
Sin embargo, todos ellos, aunque acreditados por su fe,
no alcanzaron a ver el pleno cumplimiento de la promesa:
es que Dios había dispuesto para nosotros algo mejor y no quería
que ellos llegaran, sin nosotros, a la perfección.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
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De: karmyna |
Enviado: 04/02/2025 01:32 |
LUNES IV DEL TIEMPO ORDINARIO 3 DE FEBRERO 2025
SAN BLAS OBISPO Y MARTIR
Espíritu inmundo, sal de este hombre.
Del santo Evangelio según san Marcos: 5, 1-20
En aquel tiempo, después de atravesar el lago de Genesaret,
Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla, a la región de los gerasenos.
Apenas desembarcó Jesús, vino corriendo desde el cementerio
un hombre poseído por un espíritu inmundo, que vivía en los sepulcros.
Ya ni con cadenas podían sujetarlo; a veces habían intentado sujetarlo
con argollas y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba las argollas;
nadie tenía fuerzas para dominarlo.
Se pasaba días y noches en los sepulcros o en el monte,
gritando y golpeándose con piedras.
Cuando aquel hombre vio de lejos a Jesús, se echó a correr, vino a postrarse
ante El y gritó a voz en cuello:
"¿Qué quieres tú conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo? Te ruego por Dios que no me atormentes".
Dijo esto porque Jesús le había mandado al espíritu inmundo que saliera de aquel hombre.
Entonces le preguntó Jesús: "¿Cómo te llamas?"
Le respondió: "Me llamo Legión, porque somos muchos".
Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.
Había allí una gran piara de cerdos, que andaban comiendo en la falda del monte.
Los espíritus le rogaban a Jesús: "Déjanos salir de aquí para meternos en esos cerdos".
Y El se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos;
y todos los cerdos, unos dos mil, se precipitaron por el acantilado hacia el lago y se ahogaron.
Los que cuidaban los cerdos salieron huyendo y contaron lo sucedido,
en el pueblo y en el campo. La gente fue a ver lo que había pasado.
Se acercaron a Jesús y vieron al antes endemoniado, ahora en su sano juicio,
sentado y vestido. Entonces tuvieron miedo.
Y los que habían visto todo, les contaron lo que le había ocurrido al endemoniado
y lo de los cerdos. Ellos comenzaron a rogarle a Jesús que se marchara de su comarca.
Mientras Jesús se embarcaba, el endemoniado le suplicaba que lo admitiera en su compañía,
pero él no se lo permitió y le dijo:
"Vete a tu casa a vivir con tu familia y cuéntales lo misericordioso que ha sido el Señor contigo".
Y aquel hombre se alejó de ahí y se puso a proclamar por la región de Decápolis
lo que Jesús había hecho por él. Y todos los que lo oían se admiraban.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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De: karmyna |
Enviado: 04/02/2025 01:33 |
Corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.
De la carta a los hebreos: 12, 1-4
Hermanos:
Rodeados, como estamos, por la multitud de antepasados
nuestros, que dieron prueba de su fe, dejemos todo lo que
nos estorba; librémonos del pecado que nos ata,
para correr con perseverancia la carrera que tenemos
por delante, fija la mirada en Jesús, autor y consumador
de nuestra fe.
El, en vista del gozo que se le proponía, aceptó la cruz,
sin temer su ignominia, y por eso está sentado a la derecha
del trono de Dios.
Mediten, pues, en el ejemplo de aquel que quiso sufrir tanta oposición
de parte de los pecadores, y no se cansen ni pierdan el ánimo.
Porque todavía no han llegado ustedes a derramar su sangre
en la lucha contra el pecado.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
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De: karmyna |
Enviado: 04/02/2025 01:33 |
MARTES IV DEL TIEMPO ORDINARIO 4 DE FEBRERO 2025
SANTA AGUEDA VIRGEN Y MARTIR
Óyeme, niña, levántate!
Del santo Evangelio según san Marcos: 5, 21-43
En aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del lago,
se quedó en la orilla y ahí se le reunió mucha gente.
Entonces se acercó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo.
Al ver a Jesús, se echó a sus pies y le suplicaba con insistencia: "Mi hija está agonizando.
Ven a imponerle las manos para que se cure y viva".
Jesús se fue con él, y mucha gente lo seguía y lo apretujaba.
Entre la gente había una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años.
Había sufrido mucho a manos de los médicos y había gastado en eso toda su fortuna,
pero en vez de mejorar, había empeorado.
Oyó hablar de Jesús, vino y se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto,
pensando que, con sólo tocarle el vestido, se curaría.
Inmediatamente se le secó la fuente de su hemorragia y sintió en su cuerpo
que estaba curada.
Jesús notó al instante que una fuerza curativa había salido de El,
se volvió hacia la gente y les preguntó: "¿Quién ha tocado mi manto?"
Sus discípulos le contestaron:
"Estás viendo cómo te empuja la gente y todavía preguntas: `¿Quién me ha tocado?’ "
Pero El seguía mirando alrededor, para descubrir quién había sido.
Entonces se acercó la mujer, asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado;
se postró a sus pies y le confesó la verdad. Jesús la tranquilizó,
diciendo: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad".
Todavía estaba hablando Jesús, cuando unos criados llegaron de casa del jefe
de la sinagoga para decirle a éste: "Ya se murió tu hija.
¿Para qué sigues molestando al Maestro?"
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
"No temas, basta que tengas fe".
No permitió que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan,
el hermano de Santiago.
Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el alboroto de la gente
y oyó los llantos y los alaridos que daban.
Entró y les dijo: "¿Qué significa tanto llanto y alboroto?
La niña no está muerta, está dormida". Y se reían de El.
Entonces Jesús echó fuera a la gente, y con los padres de la niña
y sus acompañantes, entró a donde estaba la niña.
La tomó de la mano y le dijo:
"¡Talitá, kum!", que significa: "¡Óyeme, niña, levántate!"
La niña, que tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso a caminar.
Todos se quedaron asombrados. Jesús les ordenó severamente que
no lo dijeran a nadie y les mandó que le dieran de comer a la niña.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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