Son las 11 p.m.
el frío que cala los huesos
acompaña la caminata de este pastor
que sin ovejas tras el rebaño va.
La mirada desviada hacia la acera
detiene los ojos sobre el niño,
quien duerme sobre el banco del parque
siendo un periódico su único abrigo
Su cuerpo pequeño conoce la braveza de la miseria
Su cuerpo pequeño olvido el miedo
Su cuerpo pequeño olvido la risa
impotente continuo la marcha.
Sobre las luces y el glamour de la noche
cuerpos esbeltos lanzan crudos coqueteos
al mejor postor,
cambiando su escencia para saciar al hambre
tapando al rostro tras burdas caretas
tapando el dolor por el pecado.
Son las 12pm
el camino a los lejos nuevas sorpresas trae
pero para este viejo pastor
el cansancio le impide continuar
Historias que la noche entreteje
Historias de una ciudad
escondida por el mosaico
de los placeres, el dolor y la miseria.