
"¿Te veo en la noche?"
¿Cuántas veces le has dicho esto a alguien,
no porque en realidad quisieras que esta persona llegara,
sino sólo para validar tu retirada?
Lo mismo sucede con las discusiones.
Cuando tratamos de convencer a alguien de que tenemos razón,
con frecuencia no es porque nos importe la persona;
más bien necesitamos su aprobación para sentirnos bien
con nuestras propias creencias.
Es una situación donde no ganamos
porque estamos esclavizados a las reacciones de otras personas
y nuestra belicosidad aleja a la gente.
Hoy,
ábrete a escuchar una variedad de puntos de vista
. Acepta a las personas como son.
Puedes aprender algo de ellas
Yehuda Berg

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