Sigue aumentando tu deseo de recibir.
Hazlo más y más y más grande.
No apuntes hacia cosas que tienen final.
No queremos nunca enfocarnos en la limitación.
Estamos siempre buscando un camino para expandirnos y crecer,
cada día de nuestras vidas, más allá de los cien años.
Éste es el secreto para no envejecer.
Si queremos encontrar la fuente de la juventud, es simple.
Encuentra una manera de ser siempre un canal de la Luz
y de hacer crecer ese conducto;
engrandece ese deseo para que seamos
una fuente constante de sabiduría y Luz en el mundo.
Mi padre, el Rav, es un ejemplo perfecto de esto.
Es más rápido hoy, a sus más de 80 años, que hace 20.
A pesar de los desafíos, muchos maestros que tienen la mitad
o la cuarta parte de su edad
tienen dificultad para aguantarle el ritmo. ¿Cómo es posible?
Porque estamos hablando de un Kabbalista.
En su mente siempre se está impulsando a ser más y más joven,
siempre renovando sus deseos.
Nunca deja de buscar formas de revelar Luz en el mundo.
Nada va a detenerlo, así que no envejece,
sino que se va llenando de más Luz.
Hoy ¡Tira hacia las estrellas!
Encuentra nuevas maneras de revelarte al mundo
Yehuda Berg
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