Entre mis manos encerré tu destino atrapando tus momentos por un instante para que tu amor fuera siempre constante siguiendo ambos, por el mismo camino.
Entre tus manos encerraste mi aliento entre tu boca. . . atrapaste mis besos quedando mis labios en tus deseos inmersos entregándome tu cuerpo, como alimento.
Entre mis manos atrapé tus miradas esas que como chispas brotaban encerradas en mi escote, se quedaban sin dejar que salieran escapadas.
Entre tus manos me hiciste llegar al cielo en tus manos, que fueron nido para mi pecho disfrutando del amor. . . aquí en mi lecho derrochando placer, que derretía el hielo.