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De: talvez (Mensaje original) |
Enviado: 14/11/2009 23:36 |
Una de las claves fundamentales que nos hermanan y vinculan con Leonardo Boff es el compromiso con el mundo de la exclusión social. Como San Francisco, Leonardo no defiende hacer cosas para pobres. Ni siquiera una teología para excluidos. Lo que nos invita es a vivir con los pobres. Franciscanamente hablando, se trata simplemente de ser pobres. De aplicar aquello del Poverello de Asis: "El evangelio sin glosa", sin comentario ni añadidura. Correr la suerte de los chavales enganchados, de las madres “ahuerfanadas” por la muerte de sus hijos, de los inmigrantes maltratados, expoliados y expulsados, de las parejas rotas que vuelven a encontrar amor, de los menores presos de un mundo loco y desquiciante. Leonardo nos has dicho en tus múltiples escritos que la teología de la liberación no es un dogma teórico acabado. Al contrario. Propones que la teología de la liberación está inconclusa y colabore en liberar a tantas víctimas de un Mundo que apresa, arrincona y mata a quienes no sirven a sus intereses. Tu teología es “aliento para la vida” porque nos urge a dar respuestas a quienes este mundo ofrece poca esperanza de dignidad. Recrear continuamente la teología, ese esfuerzo que llevas años construyendo, significa para nosotros poner palabra al compromiso con aquellos vecinos que siguen sufriendo la crisis, la precariedad y el desamparo. Tu teología pone muchas palabras y razonamientos a lo que, desde lugares y espacios culturales distintos y geográficamente distantes, vamos descubriendo en nuestro compromiso creyente con las víctimas de este primer mundo en que vivimos. Hemos descubierto, y tú le pusiste letra, cómo lo pequeño, lo humanamente significativo, aquello que provoca vida es sacramento de dios Padre-Madre. Nos dijeron hace años que este espacio donde nos encontramos esta tarde se había “desacralizado” al celebrar en él una fiesta de carnaval. Sin embargo descubrimos cómo lo auténticamente sagrado es aquella vida que se nos ofrece para su cuidado, acogida y achuchón. Estimado hermano mayor Leonardo, nos conmueve que sigas sintiéndote Iglesia. De ese sentido de vivir y sentir la Iglesia del Evangelio también queremos participar nosotros. De esa Iglesia pobre entre los pobres, Iglesia del no poder que es capaz de revolucionar la conciencia humana por su apuesta valiente y decidida junto a aquellos machacados de nuestro mundo. Iglesia abierta a los hombres y mujeres de hoy que, con sus anhelos, desvelos y búsquedas siguen abriéndonos al mundo del progreso y la globalización. Esa es la Iglesia en que creemos, con la que soñamos como antesala de una realidad mejorable: una Iglesia de acogida más que de la condena, una iglesia de auxilio más que del rechazo, una iglesia cobijo para pobres más que museo de tronos, coronas y puntillas.Esta tarde nos hemos juntados gentes venidas de distintos lugares de todo el estado. Rincones lejanos geográficamente pero muy “aprojimados” por la urgencia de transmitir buenas noticias de parte de Dios a quienes habitualmente las reciben malas de parte de los seres humanos, esto es de la injusticia y el sufrimiento. Compartir la suerte de los excluidos del sistema nos ha hecho encontrarnos, no para dar lecciones de nada, sino para descubrir y paladear –más y mejor- esa invitación a que el salmo de la liturgia de hoy nos convoca: “Proteged al desvalido y al huérfano, / haced justicia al humilde y al necesitado, / defended al pobre y al indigente, / sacándolos de las manos del culpable." (Sal. 81, 3-4)
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De: talvez |
Enviado: 14/11/2009 23:37 |
LEONARDO BOFF: SETENTA AÑOS EN CAMINO
JUAN JOSÉ TAMAYO
Voy a hacer una breve semblanza de Leonardo Boff como sencillo homenaje al amigo y colega con el que vengo caminando desde hace varias décadas en sintonía. Hace uso meses cumplió setenta años, durante los cuales hecho un largo y fecundo itinerario que se bifurca en múltiples sendas: la experiencia religiosa, la teología, la ecología, la política, la academia, el púlpito, la cátedra, la foresta, la ciudad. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar", decía Antonio Machado. Y Boff ha hecho camino al andar dejando huella por donde ha pasado y sigue pasando. Y siempre desde el pensamiento crítico y heterodoxo. "Lo mejor de la religión -escribía Bloch en su libro El ateísmo en el cristianismo- es que crea heterodoxos". Él es un excelente ejemplo de este aforismo. Ahí radica precisamente su creatividad en todos los campos en los que ha trabajado Su vida y su pensamiento demuestran que es un intelectual que rompe esquemas (y algunos cráneos), abre horizontes nuevos y propone alternativas donde parece que no hay salida o se cree que la salida es una sola. Es uno de los teólogos más innovadores de la teología latinoamericana, que propone una ética centrada en las "virtudes para otro mundo posible", título de su reciente trilogía.
En su quehacer teológico ha sabido compaginar ejemplarmente, durante más de cuatro décadas, el rigor metodológico y la denuncia profética. El rigor metodológico lo demuestra con su recurso a la doble mediación de la teología de la liberación: la socio-analítica y la hermenéutica. Boff recurre a la mediación de las ciencias humanas y sociales para un mejor conocimiento de la realidad donde se ubica, para descubrir los mecanismos de opresión que atentan contra la vida de los pobres y para liberar a la teología de su, quizá falsa, neutralidad social, de su, supuesta, neutralidad política y de su, sólo aparente, indiferencia ética. Recurre asimismo a la hermenéutica, necesaria para el estudio y la interpretación de los textos fundantes del cristianismo y para no caer en el fundamentalismo, una de las manifestaciones más perversas de las religiones. A través de la hermenéutica analiza el pre-texto y el con- texto de dichos textos, descubre su sentido primigenio y pregunta por su significado hoy a la luz de los nuevos desafíos y de las nuevas preguntas que plantea la realidad.
Boff es considerado, y con razón, uno de los principales cultivadores de la teología de la liberación (TL). A ella accedió a partir del impacto que le produjo el gran basurero que
formaban las favelas de Petrópolis, donde llevó a cabo un intenso trabajo socio-pastoral desde comienzos de los setenta del siglo XX. Su reflexión teológica en cave liberadora nació, asimismo, de la necesidad de dar respuesta a las preguntas que le planteó un grupo de sacerdotes comprometidos con el mundo indígena de la selva amazónica hace ahora cuatro décadas: ¿Cómo anunciar la muerte y la resurrección de Jesus a indígenas que están siendo exterminados y muriendo por las enfermedades de los blancos? ¿Cómo anunciar la buena noticia de la salvación a las poblaciones explotadas? ¿Cómo hablar de Dios inteligiblemente, y no de manera cínica, a personas indígenas que viven la experiencia de lo sagrado en contacto con la naturaleza? Las experiencias vividas en el mundo de la pobreza extrema y de la marginación cultural y la necesidad de responder a las preguntas que surgían de ese mundo le llevaron a dedicarse por entero, profesional y vitalmente, a fundamentar la nueva metodología de la liberación.
La teología apenas ha mostrado interés por la ecología. Boff ha llenado ese vacío llevando a cabo una reflexión teológica en perspectiva ecológica, que cuestiona la supuesta fuerza emancipadora del paradigma científico-técnico de la modernidad. Un paradigma selectivo, centrado en el ser humano, que ni es universalizable ni integral, ¡ni siquiera humano! Como alternativa propone un nuevo paradigma en el que el ser humano no compite con la naturaleza sino que este en diálogo y comunicación simétricos con ella con relaciones de sujeto a sujeto, y no de sujeto a objeto. El ser humano y la naturaleza conforman un entramado de relaciones multidireccionales caracterizadas por la interdependencia y no por la autosuficiencia. Se establece, entonces, un doble pacto, social y natural, un pacto entre todos los seres del cosmos regido por la solidaridad cósmica y la fraternidad-sororidad sin fronteras, ni gremialismos o tribalismos. Es "la opción Tierra", título de su último libro.
En su persona se aúnan libertad y liberación. Como persona libre que es, ha asumido
opciones firmes que le han hecho sufrir y, al mismo tiempo, han generado una amplia
corriente de solidaridad. Como persona en actitud liberadora ha puesto en marcha proyectos de liberación que hoy resultan irrenunciables tanto en el Tercer Mundo como en el Primero.
En su estilo de vida —siempre tan cercano at ideal franciscano originario- armoniza
espontáneamente el amor a los seres humanos y a la naturaleza. Los pobres y la naturaleza son, para él, algo ITICIS que temas de reflexión o cuestiones en debate. Constituyen su propia identidad, su propia esencia, humana y cósmica al mismo tiempo. Dos son, para él, las dos heridas que hacen sangrar a nuestro mundo: la de la pobreza, que rompe el tejido social de los más de tres mil millones de personas excluidas, y la de la violencia contra la tiara, que desestructura el equilibrio del planeta, amenazado por la depredación "salvaje" que lleva a cabo el modelo de desarrollo —supuestamente "civilizado"- de la modernidad. Estas son, al mismo tiempo, las dos principales cuestiones a las que hemos de dar respuesta sin demora.
Teología y ecología son las dos disciplinas que Boff ha cultivado dentro de su unidad
diferenciada.
"La razón no puede florece sin esperanza —escribe Bloch-. La esperanza no puede hablar sin razón". Razón y esperanza o, mejor, optimismo militante es lo que mejor define la vida, la personalidad y la obra de Boff. A veces ha sido acusado de utópico, sin darse cuenta sus acusadores de que esa acusación, más que un insulto es un elogio. Como en el poema de
Eduardo Galeano, la utopía le sirve para caminar, que no es poco teniendo las piernas tan
quebradas. ¡Todo un milagro!
Ad multos annos, Leonardo.
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De: talvez |
Enviado: 14/11/2009 23:37 |
Leonardo Bof nos ha visitado. Su categoría viene avalada por su convivencia, por ser parte de los hambrientos, desheredados, oprimidos, perseguidos, moribundos, por su amor activo. (es amor si no es activo?)
Está grande ya, setenta años de vida es mucho más que de calendario. Y si de algo puede hablar Leonardo es de vida , la que toma más valor e intensidad en cuanto que está siempre amenazada. No hay que agradecerle que se haya acercado a una humilde parroquia que hasta de tal denominación quieren sustraer y nombrarla de sólo centro de no se qué. .. Con todo y eso para él sigue siendo un lugar privilegiado en comparación al lugar del que viene. Más bien sí, agradecerle que sustraiga su tiempo y su energía a aquellos a los que dedica su vida para compartir con nosotros su experiencia y con ella y su presencia animarnos o más bien espolearnos para que no nos durmamos en nuestro cómodo cristianismo de primer mundo.
“La peresecución es una nota característica de la autenticidad de la Iglesia” decía Oscar Romero y Leonardo Bof está en ese sentido del cristianismo, en el sentido que lo fundó, el amor activo.
El nos felicita por tener una parroquia que es centro comunitario, de acogida, de cobijo para pobres ( en todos los sentidos) porque es ahí donde se muestra la autenticidad de la Iglesia y no con oropeles y “puñetas”.
Recuerda que Pablo decía conviene que existan herejes. Estaba loco?. A qué se referiría?. Interpretamos. Siempre interpretamos y conviene que interpretemos para no caer en el fundamentalismo, una de las más “ perversas perversiones” de las religiones.
Analizar los textos.. en los contextos.
Quería indicar que conviene que haya revisiones, cuestionamientos de lo que se dice y se hace porque la rutina hace caer en vicios o hábitos insanos ( y la sanidad no es sólo cuestión de salud física.., hablamos de espiritualidad también).
Nos cuenta cómo se produjo su “conversión” de católico oficial a católico auténtico. Tras su exigente formación eclesiástica tuvo su destino en quien sabe qué país de África ( del que no recuerdo nombre ni interesa al caso) debía asistir a unos ejercicios para unos misioneros que llevaban tiempo allá perdidos en esos lugares de los que sólo tenemos noticias por anécdotas como ésta o películas en cinemascope.
Notaba que a pesar de su voluntad, su fe, su convencimiento y formación.. no les llegaba. Se sentía frustrado y confuso hasta que una monja le dijo, .. padre, verá… cómo hablar de Dios , de forma inteligible no cínica a personas que viven aquí en la selva, que viven lo sagrado en lo natural y la naturaleza y que ahora padecen enfermedades que maltratan su vida y los matan y que han sido traídas por los blancos???.
Entonces formó grupos de reflexión y temas para reflexionar y de lo trabajado se nutrió y lo compartió. Primero comprendió y después ayudó a comprender.
Nos anima a un civismo militante. No comparte la resignación a que haya unos que han nacido por voluntad de Dios en las mismas condiciones miserables en las que morirán.
Cómo creer en un Dios bueno, padre y madre, en un mundo de miserables?. Solo si cambiamos esa realidad de mala en buena y la fe cristiana tiene que ser esa fuerza.
Es cómodo predicar la santidad de la resignación. Imaginamos a un padre observando satisfecho como parte de sus hijos no disfrutan de lo que disfrutan los otros, cómo parte de sus hijos son maltratados, explotados, marginados, abandonados y condenados a la miseria más absoluta por los otros?
Leonardo expresa y yo comparto que la fe cristiana ha sido manipulada por los hombres con la resignación de aceptar la pobreza ( en todos los sentidos) porque así es la realidad.. y así lo quiere Dios.
“Pero la pobreza en sí NO es buena “.
La marca registrada del cristianismo es la opción por los pobres ( en todos los sentidos.. añado yo)
La divinidad deja su trascendencia y baja cuando ve que sus hijos no tienen vida. La esencia de Jesús es traer vida, vida digna, decente, en comunión con otras formas de vida.
La mal entendida Teología de la Liberación no es una Teoría de la Libertad, sino de la Liberación, liberar de la Cruz. Liberarse a sí mismos de la pobreza (en todos los sentidos) , no aceptar la pobreza, porque la pobreza en sí no es buena y no es querida por Dios.
Jesús muestra su contrariedad contra el imperio y hoy la Iglesia está sobre todo al lado de los Imperios.
El cristianismo de la liberación NO es una teología, sino una opción por los pobres, por los débiles o debilitados, por el trato del prójimo como un sujeto digno. Que a partir de ahí luego se teorice y se haga teología es secundario. Lo que la promueve es la actitud y los actos para a partir de ello teorizar.
Ejemplifica Leonardo…” Pensar se hace después de la siesta”. Primero se trabaja, luego se come, se disfruta una siesta y luego… pensamos , luego teorizamos.
El poder del amor y no el amor al poder con que tendemos a disfrazarlo.
Cuando siente que su vida está tocando las últimas notas se pregunta y ahora.. qué le digo?? ( a El), qué le presento???, me preguntará… y qué puedo yo contarle..?.
“Bien, le diré que me esforcé por ser coherente, cambié de trinchera pero nunca las batallas” ( nos cuenta).
Gracias hermano; tu testimonio, tu interpretación, tu comprensión compartida, pero sobre todo tu acción tan valiente como amable, ayuda a seguir adelante en la batalla, en distintas trincheras , pero en la misma lucha, cuando los fríos y ajenos textos, la frialdad, dureza y falta de generosidad de tantos cristianos, la ajeneidad de las jerarquías, la miseria consentida de los débiles y la lejanía de los cielos te hacen sentir profundamente la soledad, el abandono y el sin-sentido de una vida de hormigas y actores en un gran teatro.
maría
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