Todo tiene la apariencia de haber seguido caminos con un paralelismo escalofriante, como si ciertas moléculas se hubieran reflejado en un espejo del mismo laboratorio, ya que determinados componentes activos de algunas especies herbáceas guardan una semejanza “más que casual” con la estructura química íntima de un grupo en particular de hormonas femeninas (las hormonas sexuales: estrógenos y Progesterona).
Dado que este tema abarca una infinidad de especies - muchas de las cuales actualmente están siendo estudiadas en detalle por laboratorios de investigación de avanzada-, en esta entrega me voy a referir únicamente a una de las plantas más utilizadas en el Extremo Oriente: la Angelica sinensis (Dong Quai o Tang Kuei).
Esta especie es considerada en China, como sólo superable en fama e infalibilidad por el Ginseng. Su uso se remonta a 4 mil años de antigüedad, que fue cuando se la consideró como “planta capaz de evitar los contagios”.
Con el transcurso de los siglos, el uso regular de dicha especie, estrechó el espectro de sus indicaciones y corroboró su casi “especificidad” para las molestias que suelen entorpecer la vida adulta de la mujer (reglas dolorosas, síndrome premenstrual, menstruaciones irregulares, trastornos pre-menopáusicos y para los rebeldes síntomas que acompañan casi indefectiblemente a la menopausia o climaterio).
¡¡ Las mujeres embarazadas o que están amamantando NO deben consumir esta planta !!