Puedo tocarte acaso, allí
llegando a las fibras íntimas
y con amor, con pasión,
llevarte hasta el frenesí.
Puedo tocarte acaso, allí
donde convergen tus sentires,
amándote apasionadamente,
llegar a ponerte fuera de sí.
Puedo tocarte acaso, allí
pues con plena razón,
con el amor que te profeso,
puedo tocar tu corazón.
Víctor Hugo Barreneche