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De: JsalgueroD (Mensaje original) |
Enviado: 27/02/2010 18:11 |
28 de febrero, Día del Estatuto
José Salguero Duarte Jueves 25 febrero 2010 Algeciras
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Desde que Andalucía consiguiera la autonomía de aquella manera tan represora por parte del Gobierno español de Adolfo Suárez de la extinta UCD, cada 28 de febrero se conmemora el Día del Estatuto Andaluz; pero el verdadero Día Nacional de Andalucía es el 4 de diciembre, aunque esta fecha la silencian, posiblemente, porque coincide con el día en que nació el dictador Francisco Franco.
Así que, un año más la mediocridad política andaluza se vestirá con sus mejores galas para celebrar a bombo y platillos una grisácea conmemoración. Ya que hasta la fecha muchos charlatanes políticos han ido a remolque de las circunstancias, como ocurrió años antes del levantamiento de la incivil Guerra Española de 1936.
En aquellos tiempos, las comunidades históricas aprobaron sus estatutos, pero los políticos andaluces debido al gazpacho diarreico que les provocó la vaguedad del poder no hicieron caminar a Andalucía hacia un futuro digno.
Pero, en este período constitucional, durante los treinta años de dictadura democrática del PSOE, con su ineptitud también hicieron retroceder a Andalucía al vagón de cola de los torpes. Causa por la que de desde Despeñaperros hacia los reinos de España no nos tengan ninguna consideración como pueblo, debido al palanganeo político andaluz llevado a cabo desde el Palacio de San Telmo al de La Moncloa.
Creyendo que el principal culpable de ello es el ex presidente de la Junta de Andalucía don Manuel Chaves, actual ministro de no sé qué del Gobierno estatal del PSOE de Rodríguez Zapatero. Habiéndonos convertido don Chaves en una comunidad de servicios para el resto de las comunidades y regiones españolas.
Cuando debería ser todo lo contrario, ya que Andalucía es tan o más comunidad histórica que Cataluña, el País Vasco o Galicia, porque los primeros pobladores de la península fueron los Tubal y Tarsis. Y jamás deberíamos haber perdido esas señas de identidad procedente de la historia poblacional peninsular.
Así que, esto es lo que hay en mí Andalucía, al haber permitido nuestra clase política, que se pisoteen nuestras señas de identidad. Siendo un claro ejemplo lo que ocurre en este período constitucional, porque jamás han ejercido para la fortalecer nuestras raíces, sino todo lo contrario al ser unos maleteros del poder central nacionalista español, de la Verbena de La Paloma de los distintos palacios madrileños.
Hablar de lo contemplado en el Estatuto de Andalucía, es denunciar promesas incumplidas por parte de la Junta de Andalucía del PSOE. Porque desde que el Borbón Juan Carlos I firmara el inicial estatuto andaluz, el treinta de diciembre de mil novecientos ochenta y uno, cuando disfrutaba de sus merecidas vacaciones de invierno en Baqueria Beret, con su prole y las legiones de personal de servidumbre.
Y, hasta la fecha tras cerca de treinta años de vigencia, apenas nuestra clase política andaluza del PSOE, ha trabajado por y para el espíritu que contempla todos los artículos de nuestro estatuto de autonomía. Y sirva como ejemplo lo siguiente:
“El Estatuto garantiza a todas las personas el derecho constitucional a un puesto de trabajo. Y el acceso gratuito a los servicios públicos de empleo, según los principios de méritos y capacidad”. (Ja ja ja).
También garantiza el derecho “a vivir en un medio ambiente equilibrado, sostenible y saludable. A una buena administración pública. Se garantiza la gratuidad de los libros de textos. Se garantiza una vivienda digna y a participar en condiciones de igualdad en los asuntos públicos”. (Ja ja ja).
Y al existir presión, represión o censura a la libertad de expresión, tampoco se cumple, “la prohibición de toda discriminación en el ejercicio de los derechos particularmente ejercidos por razón de sexo, cultura, religión, política o cualquier otra circunstancia personal o social”. |
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Y al existir presión, represión o censura a la libertad de expresión, tampoco se cumple, “la prohibición de toda discriminación en el ejercicio de los derechos particularmente ejercidos por razón de sexo, cultura, religión, política o cualquier otra circunstancia personal o social”. |
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