¿De quién temeré?
¿De quién temerá mi alma?, Si Tu eres mi refugio, mi escudo y mi fortaleza eres Tu Señor. Tu siempre estas conmigo, nunca me has dejado.
En la oscuridad de la noche, y en las duras pruebas Tu me guías con la luz de tu amor. Me llenas de Tu paz y puedo descansar en Ti.
Tu eres mi luz, el sol que resplandece cada día en mi vida. El agua que me vivifica, el pan que me sustenta, el fuego que me calienta en las noches frías y que purifica mi alma. Tu eres todo para mi. ¿De quién temeré? Contigo a mi lado no temo a nada, ni me hace falta nada. Tu, amado Señor, llenas mi vida con tu infinito amor. Gracias, porque contigo me siento protegida.
Te amo Jesús, fortaleza mía, roca mía, mi Dios y mi libertador eres Tu. Mi escudo y la fuerza de mi salvación...
Dios te bendiga.
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