Me faltas en cada beso
que nace de mis deseos.
Tierno suspiro, niño sin cuna,
labios tristes sin fortuna.
En el millón de palabras
que esperan ser escuchadas,
frases cargadas de poesía,
de eterna melancolía.
Fantasiosos remolinos
sin procedencia y destino,
mis ideales, mis ilusiones
y mil locas emociones.
El abrazo y la caricia
se quedan adormecidos
como capullo de medianoche
que espera ansioso el rocío.
Y de tanto que me faltas
he sido mar sin marea,
noche sin luna, vida sin alma
y torbellino sin calma.
© Paty