Un ángel en la distancia
Los ángeles son un espejo del alma de Dios
En la distancia han sucedido tantas cosas
entre vos y yo...
Me regalaste una sonrisa
en aquellos momentos donde todo parecía perdido.
Secaste mis lágrimas
y me prestaste tu hombro en donde pude llorar
lágrimas de amor, lágrimas de emoción
y todas esas lágrimas que hacen
a las pequeñas cosas de la vida cotidiana.
Siempre estuviste a mi lado.
Y aunque nunca hayas escuchado mi voz
se que has escuchado con tanta calidez
cada uno de mis pensamientos,
con esa atención plagada de cariño,
propia de tu alma noble y generosa,
la que tantas veces me cobijó en un rincón
y me acarició con sus palabras de apoyo
y no me dejó caer...
Y es asi como
comprendiste mi forma de ver y sentir las cosas,
me ayudaste a pensar, a elaborar mis dolores,
a saltar mis propios obstáculos,
a encontrarme en ellos.
Pero siempre lo hiciste desde el amor.
Para alguien asi, no existen palabras
en donde uno pueda humildemente
brindar toda su dicha
si un alma llena de gratitud que pongo en tus manos
de aquí hasta el fin de mis días
para que también descanses en ella
cuando el camino se te haga cuesta arriba.
En realidad quiero que sepas
que me siento profundamente feliz
de que hayas llegado a mi vida,
que formas parte de mis afectos profundos
y que te guardo en mi cada día que pasa
como un tesoro de Dios en mi vida,
como un ángel de Luz en la distancia..
Gracias por tu infinita amistad,
por los momentos que hemos compartido juntas,
por haber aprendido a tu lado
que la distancia no existe cuando el lazo de afecto
que nos une es verdadero y profundo.
Especialmente:
Gracias por ser quien sos..
Un arcoiris de luz en mi vida.
Te quiero mucho.
Mónica Leffler, 2001
Pe
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