LA SOLEDAD DE ESTAR JUNTOS ...
-Audroc-
Un teatro vacío…
Un piano…
Solo tu y yo…
en el nuevo silencio repetido,
de estar muy juntos,
pero separados.
El piano solitario derramaba
miles de notas
en su nostálgico llamado.
De pronto,
nuevas notas se escucharon,
un saxo contestaba enamorado
el preludio de sonidos desolados.
Solo tu y yo…
En silencio…
Contemplando…
Y pese estar muy juntos,
por infinitas distancias,
separados.
Se me ocurrió soñar
que como el piano,
miles de ondas
lanzaba por si acaso,
y al ser receptadas por tu alma,
a ese llamado angustioso
contestaras.
Pese estar muy juntos,
presentía,
que la distancia a los dos
nos separaba.
La magia del sonido
que inspiraban
llenando el espacio
de armonías,
vaciarse en sus notas
parecía
al indiferente vibrar
de esa: "tu alma…"
Estabas tan distante
de mi mundo,
que la magia del momento
sentí rota,
y en cada sonido
y cada nota,
decirte adiós mi corazón
sentía.
Fue comprender
que tu no comprendías.
Que sin decirte nada
te sentía…
Que sin tocar tu piel
yo la tocaba…
Que sin besar tus labios
te besaba…
En fin…
Fue triste comprender…
¡Que no entendías…!
LA SOLEDAD DE ESTAR JUNTOS ...
Respuesta:
Libia Beatriz Carciofetti
El telón se descorría
Y la sala estaba vacía.
Mutis por el foro.
Y tu sonrisa con decoro.
Que a mi me pertenecía.
A Chopin yo interpretaba. ..
Mientras tu saxo me deleitaba
Y la música nos transportaba.
A lugares inhabitados.
Tus ojos… ¡Obnubilados!
Mi boca estaba temblando.
Dos vidas, dos destinos.
¡Juntos! Pero separados.
Así comenzó la historia.
De la pianista y el hombre del saxo.
Que entre bastidores.
Solo miradas cruzaron.
Pero juntaron sus soledades.
Y jamás se separaron.
Porque nos unió la música.
Y ella nunca agoniza.
Mira de frente la vida.
Con el corazón esperanzado.
Que en un dueto de sinfonía.
Ocurriese algún milagro.
Y el milagro ocurrió.
Porque lo que se ama se eterniza.
Y es que el amor esclaviza.
Cuando mucho has luchado,
por alejarte, cuando quieres verme.
Cuando me alejo...
Cuando solo deseo estar a tu lado.
La sala estaba vacía.
Pero yo te estaba aguardando.
Mis dedos se delizaban
como palomas volando por el teclado.
De repente hiciste tu impronta.
Desgranando sonidos de tu saxo.
Y fue un dueto perfecto
de amor en la sintonía.
Comprendí que para los dos.
Una etapa nueva comenzaría.
Nos amábamos sin tocarnos.
Solo con tu mirada puesta en la mía.
Que no siempre en el amor,
Emergen las fantasías.
Solo hay que oÍr los acordes.
Para saber afinar las vidas.
Y así entre bastidores,
desde ese mismo día
Yo alejo tus tristezas,
y tú me brindas alegrías.
Libia Beatriz Carciofetti