Acaso....
Acaso el cielo no sea azul como parece.
Tal vez no sea ese etéreo manto que simula cobijarnos.
Posiblemente no sea más que un esperanzado límite
alejándose
con la imperceptible
lentitud de lo eterno que tiene el Tiempo.
Dicen, sólo dicen por allí, que el cielo es
el vacío absolutista de un fondo con destellos.
La materia y el éter parecen ficciones necesarias
para reafirmar lo humano, tan incierto y contradictorio
como una ermita. Lo cierto, lo único cierto es que
la ceguera es mucha y no sirve para ver más que
las alas sangrantes
de un pájaro condenado a realizar su último vuelo.
© Juan José Mestre
|