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De: Tatisverde (Mensaje original) |
Enviado: 04/10/2010 01:11 |
Servicio divino
Al servir a Dios, tengo éxito.
Todo lo que hago me brinda la oportunidad de servir a Dios. Me levanto en la mañana con la confianza de que seré una bendición. Saludo a cada persona con el gozo que proviene de permanecer consciente del Amor que nos une. Prosigo con cada tarea e interacción sabiendo que soy las manos y los pies de Dios. Si dudo acerca de qué decir o hacer, pido guía según oro silenciosamente.
Al mantener mis pensamientos en Dios, recibo bendición tras bendición. Como reflejo de mis acciones, recibo prosperidad, amabilidad y apoyo amoroso. Logro fácilmente todo lo que tengo que hacer.
Sirvo a Dios, con agradecimiento por todo lo que doy y por todo lo que recibo.
Si andas por mis caminos y si guardas mi ordenanza, entonces tú gobernarás mi Casa y guardarás mis atrios.—Zacarías 3:7 |
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Precioso escrito
y si Dios esta por delante todo es belleza perfeccion
GRACIAS POR TRAERLO
LAYLA |
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Orar por otros
Oro con la seguridad de que Dios es mi ayuda en toda necesidad.
Orar me ayuda a ser una presencia positiva que ofrece calma y apoyo a los demás. La oración encauza mis pensamientos de un modo positivo. Orar es la forma más elevada de ayuda que puedo prestar. Al orar por otros, afirmo su mayor bien, con fe en que las respuestas vendrán de maneras correctas y perfectas.
Al orar por curación, visualizo vitalidad y salud. Sé de corazón que la actividad divina hace su obra. Cuando oro por guía, afirmo que Dios en cada persona la dirige hacia su mayor bien, y que su camino les será revelado. Oro con fe. Dios es nuestra ayuda en toda necesidad, no importa lo grande o pequeña que sea. Con Dios, todo es posible.
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma.—3 Juan 1:2
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Celebrar
Celebro y honro lo Divino en mí.
Al notar los pétalos tiernos de una flor, la sonrisa tierna de un bebé o el abrazo cálido de un amigo, me lleno de asombro ante la maravilla de lo Divino. Siento gratitud por las bendiciones que se manifiestan en mí y en los demás; por medio de mí y de los demás.
Aprecio toda vida y busco maneras de honrar más plenamente la Presencia divina en mí. Siento gratitud por las experiencias que me han traído a este momento. Aun en tiempos de reto, veo que Dios estuvo presente para mí. Gracias a los momentos oscuros he logrado un aprecio más profundo por la luz. Celebro y honro lo Divino en mí. Celebro quien soy y las bendiciones de mi vida.
Desde Sión, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. —Salmo 50:2
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