Poseo todo el tiempo del mundo para poder pensar en ti es más creo que sólo vivo para poder cumplirlo.
Te pienso en cada hora de mis días en los minutos de todas mis noches y en el resto de instantes que viviendo me quedan.
Aunque te tenga te pienso es ya tanta la costumbre que no puedo vivir ni un sólo soplo del día sin pensarte o soñarte y siempre constantemente recordándote.
Has tomado posesión como dueño absoluto del torreón de mis pensamientos y lo decoro de mil maneras distintas pero terminan siendo siempre iguales.
Te pienso rezando mi nombre y bebiendo mi risa adentrándose el negro hechizo en el mar sereno de mi mirada y siempre tu sonrisa acorralando a la mía hasta que me quedo dormida y entonces ya no te pienso es cuando te sueño amor de mis amores y te grito escúchame no sólo te amo además te necesito y deseo con toda mi alma.