Oliver Wendell Holmes concurrió una vez a una reunión
en la cual él era el más bajo de los presentes.
—Doctor Holmes —bromeó un amigo—,
yo diría que se siente usted pequeño
entre unos hombrones como nosotros.
—Pues sí—respondió Holmes—,
me siento como una moneda de un dólar
entre un montón de peniques.