El Evangelio de Hoy DOMINGO 22 DE MAYO DE 2011
V Domingo de Pascua
¡Bienvenidos. Hermanos y hermanas en Cristo Jesús!
“El Señor este con Uds.”.Nos hemos reunido para leer la Palabra y alimentarnos de Cristo Resucitado que fortalece nuestra vida y nos compromete a vivir y a llevar una vida Espiritual llena de amor y paz.
Con alegría leamos la palabra.
“Habla Señor, qué tu siervo escucha”.
Señor, creo en las Sagradas Escrituras que voy a leer,se que contiene Tu Santa Palabra.Haz que la escuche con todo respeto y amor.Ilumina mi mente para que por medio de ella yo conozca Tu Santa voluntad, y mueve mi corazón para que yo cumpla con fidelidad lo que Tú quieres de mí.Espíritu Santo, ilumina con Tu luz mi cabeza y enciende mi corazón para que la palabra de Dios pueda entrar y quedarse siempre en mí, para conocer por medio de Tu Palabra, Tu Divina voluntad, lo que puedo y debo lo, que debo y puedo modificar,y que no depende de mi cambiar, como debo conducirme en los acontecimientos de la vida.Señor, aquí tienes mi corazón abierto, dispuesto a Escuchar Tu Palabra con corazón sencillo y con la voluntad decidida para obedecerle...En TI esta la Luz y la salvación.Amen, y Amen
Primera lectura
Hechos 6,1-7
En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en el suministro diario no atendían a sus viudas. Los Doce convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron: "No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la administración. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea: nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra." La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando. La palabra de Dios iba cundiendo, y en Jerusalén crecía mucho el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe. Palabra de Dios.
Meditación
***Eligieron a siete hombres llenos de espíritu***
Los problemas cotidianos de la joven comunidad obligan a tomar nuevas decisiones. Se trata de una murmuración, de un descontento: los apóstoles se lo toman en serio y lo resuelven. Hay, en primer lugar, un problema económico: probablemente son las viudas de los hombres de la diáspora, que han venido a pasar los últimos años de su vida a Jerusalén y se han quedado ahora sin apoyo familiar. Se trata de una necesidad real, y tiene que ser afrontada con sano realismo. Pero debía de haber también un problema cultural: los helenistas hablan griego, leen la Biblia en la traducción griega de los Setenta, tienen una sensibilidad diferente. Es preciso disponer una estructura completa para ellos, dotada de asistencia espiritual y material. El pasaje tiene en cuenta estos dos aspectos: los «Siete», en realidad, son destinados tanto al servicio de la Palabra como al de las mesas. Aparecen como una organización eclesiástica «sectorial», como una especie de « clero indígena» para aquellos que tienen una lengua, una cultura y una situación económica diferentes de los judeocristianos de Palestina.Lucas termina este incidente con otra declaración sumaria, en la que dice que la Palabra del Señor crecía (seguía creciendo). Es decir, la proclamación de la Palabra crecía, lo cual indica que no sólo eran los apóstoles los que estaban comprometidos en su esparcimiento. El número de los discípulos seguía multiplicándose (aumentando) en Jerusalén, y un gran número de sacerdotes obedecían a la fe también. Era un gran logro el que ellos hubieran aceptado el Evangelio y la obediencia a las enseñanzas de los apóstoles, puesto que la mayoría de los sacerdotes eran saduceos que no creían en la resurrección. Es probable que estos sacerdotes continuaran ejerciendo su oficio sacerdotal, puesto que los cristianos judíos eran fieles todos al culto del Templo
Salmo responsorial: 32 *Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.*
Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R. Que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. R. Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. R.
SEGUNDA LECTURA. 1Pedro 2,4-9
Queridos hermanos: Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. Dice la Escritura: "Yo coloco en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado." Para vosotros, los creyentes, es de gran precio, pero para los incrédulos es la "piedra que desecharon los constructores: ésta se ha convertido en piedra angular", en piedra de tropezar y en roca de estrellarse. Y ellos tropiezan al no creer en la palabra: ése es su destino. Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa. Palabra de Dios.
Meditación
*Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real*
El tema de la santidad, vocación propia de todos y cada uno de los cristianos, compromiso inderogable para el bautizado, es un tema central en la Primera carta de Pedro. Tras haber tratado el asunto desde el punto de vista espiritual (1,13-21) y práctico (1,22-2,1), fija ahora el apóstol su atención en el punto fundamental. Santidad no es sinónimo de «buena conducta», ni tampoco simplemente de “lucha contra el pecado”, sino de vida en Cristo, fuente de la “perfección”, camino que conduce a ella. El autor, para explicar su pensamiento, se sirve de numerosas referencias bíblicas y, en particular, se refiere a la imagen de la «piedra angular», que aparece con distintos matices de significado en Is 28,16 y 8,14s, así como en el Sal 118,22. Jesús resucitado es la piedra viva, preciosa, sobre la que todos los que se adhieren a él son edificados como otras tantas piedras vivas, para formar un único templo espiritual en el que mora Dios. Así es como se constituye la comunidad nueva del nuevo y auténtico éxodo (v. 5b; Ex 19,5s). Esta, en su conjunto, se presenta como un organismo sacerdotal en el que cada miembro está llamado a ofrecer a Dios sacrificios espirituales gracias a la mediación de Jesucristo, sacerdote eterno que se ha inmolado a sí mismo para la salvación del hombre. Unido a él, el pueblo de los creyentes —adquirido a un precio elevado— no sólo lleva una vida que tiene como horizonte el cielo, sino que se convierte a su vez en cooperador de la salvación «para anunciar las grandezas» llevadas a cabo por Cristo, que ejerce su sacerdocio ya sea como servicio cultual en la liturgia de alabanza a Dios, ya sea como servicio de la Palabra, anuncio del Evangelio, apoyado por el testimonio eficaz de una vida arrancada de las tinieblas del pecado, para volverse radiante por la admirable luz de Dios.
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El Evangelio de hoy
Juan 14,1-12
En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino." Tomás le dice: "Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Jesús le responde: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto." Felipe le dice: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta." Jesús le replica: "Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre." Palabra del Señor.
Reflexión
*Yo soy el camino, y la verdad, y la vida*
En el Evangelio de hoy la palabra de Dios nos invita a no perder la calma en las situaciones difíciles y a renovar constantemente nuestra esperanza, confiando en Jesús resucitado como el camino que nos conduce a la felicidad eterna, como la verdad que disipa nuestras incertidumbres y como la vida que le da sentido a nuestra existencia. Las otras lecturas [Hechos 6, 1-7; Salmo 33 (32); 1 Pedro 2, 4-9] nos traen también un mensaje de optimismo a la luz de nuestra fe en Jesucristo resucitado. En estas pocas líneas del evangelio de San Juan, Jesús revela el misterio más profundo de toda la existencia cristiana: La realidad de la Santísima Trinidad (aunque no está explícita la persona del Espíritu Santo). Jesús en el Padre y el Padre en Jesús, pero lo más asombroso es que con la fe en este misterio, aceptando que Jesús es realmente Dios, consustancial con el Padre, podemos nosotros hacer obras incluso mayores a las que él hizo. Esto realmente nos sonaría increíble, pero si realmente reconocemos que Jesús es Dios y que por lo tanto su palabra es infalible, por lo que “cualquier cosa que pidamos en su nombre, ÉL LA HARÁ”. Qué maravilla tener un Dios que todo lo puede y que basta con que pidamos para que él esté atento a nuestras peticiones. Sin embargo, quizás me dirás: "Yo ya he pedido mucho en su nombre, y nada se me ha concedido”. Yo te respondo: Es posible que lo hayas recibido de una manera que no esperabas, pues Dios conoce tu corazón y tu vida y sabe cómo y cuándo darnos lo que pedimos, pues también es, como lo hemos visto hoy, Padre. Recuerda que "todo conviene para los que aman al Señor", de manera que aun eso que no has recibido se convierte ya en un don de Dios que vela siempre por nosotros, y que nos da más allá de lo que podemos pensar o necesitar. Jesús se manifiesta como camino, verdad y vida, y se entrega a nosotros a fin de que podamos alcanzar la verdadera y plena libertad ofrecida a los hijos de Dios para entrar en la heredad eterna. Se dirige a nosotros interrogándonos sobre la profundidad de nuestra relación con él. Es posible, en efecto, ser cristiano, comulgar, participar en todas las peregrinaciones y en todas las iniciativas y, sin embargo, no llegar nunca a conocer a Jesús, permaneciendo siempre en la superficie. Conocer a Jesús significa, más bien, experimentarlo interiormente, reconocer que él es el Hijo enviado por el Padre para salvarnos, la expresión del amor infinito de Dios por nosotros. Todo eso es posible sólo mediante la fe.
Padre bueno, manifiéstate en nuestros corazones, para que, confesando nuestra fe en Ti, vivamos en tu verdad y caminemos siempre en tu presencia.Quiero ser instrumento de salvación en tus manos a la manera de Jesús, quiero vivir como hijo abandonado a tu amor y a tu proyecto como Jesús.
OH Jesús Tu eres mi camino, ayúdame a vencer los atajos ,las trochas que me pierden en la mentira ,que me ocultan la verdad y que me hacen perder la vida . Señor Jesucristo, te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonar mis pecados. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que quieres que sea.” Padre lleno de amor, tú que te complaces en la misericordia y no te dejas ganar en generosidad y compasión, perdona siempre nuestras faltas y todo aquello con lo que herimos a tus hijos alejándonos así de tu casa y de tu mesa, así, con la luz de tu Espíritu Santo reconoceremos que tu amor es más grande que nuestras faltas y volveremos a ti con un corazón contrito y humillado. Gloria y alabanza a ti, Señor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Por Jesucristo nuestro Señor.Amen,y Amen .
* Te agradecería compartieras con tus amistades este mensaje. Con el mayor de mis respetos. Saludos,Dios los Bendiga. *
GRACIAS POR TU AMISTAD
FELIZ DIA.
Hermes Sarmiento G
De Colombia
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