¿Por qué te preocupas?
¿Por qué te preocupas sin motivo?
¿A quién temes sin razón?
¿Quién te podría matar?
El alma no nace, ni muere.
Cualquier cosa que pase,
pasará por tu bien;
lo que esté sucediendo,
está sucediendo para bien;
lo que vaya a pasar,
también sucederá para bien.
No debes lamentarte por el pasado.
No debes preocuparte por el futuro.
El presente está sucediendo…
¿Qué pérdida te hace llorar?
¿Qué has traído contigo?
¿Qué crees que has perdido?
¿Qué has producido?
¿Qué piensas que se ha destruído?
No has dado nada,
ustedes no han traído nada consigo,
cualquier cosa que posean, la han recibido aquí.
Cualquier cosa que hayan tomado, la tomaron de Dios.
Lo que sea que hayan dado, se lo han dado a Él.
Ustedes llegaron con las manos vacías,
y regresarán con las manos vacías.
Cualquier cosa que posean hoy,
pertenecía a otra persona el día de ayer, y
pertenecerá a otra el día de mañana.
Erróneamente ustedes han disfrutado de la idea
de que eso les pertenece.
Es esta falsa felicidad la causa de sus penas.
El cambio es la ley del universo.
Lo que ustedes consideran como muerte,
es en realidad la vida.
En cualquier momento ustedes pueden
ser un millonario, y en el siguiente pueden
caer en pobreza.
Tuyos y míos, grandes y pequeños
borren esas ideas de su mente.
Entonces todo les pertenecerá y
todos serán dueños.
Ese cuerpo no les pertenece,
tampoco ustedes son de ese cuerpo.
El cuerpo es hecho de fuego, agua, aire, tierra y
éter, y retornará en estos elementos.
Pero el alma es permanente – así que ¿Quién eres tú?
Dediquen su ser a Dios.
Él es el único en el que deben confiar.
Quienes conocen esta verdad son para siempre
libres de temor, preocupación y dolor.
Hagas lo que hagas,
hazlo como una ofrenda a Dios.
Esto les llevará a experimentar de
la alegría, la libertad y la vida por siempre.