A veces, aquellas oportunidades que parecen insignificantes resultan ser las mejores. Porque son las que tienen más potencial de crecimiento.
Las oportunidades más grandes, más evidentes, atraen una enorme cantidad de atención. Esto puede llevarlas a una competencia feroz debido a toda la gente que intentará aprovecharlas al máximo.
Las pequeñas oportunidades pueden pasar ampliamente desapercibidas. Sin embargo, para quien haga el esfuerzo de verla, una pequeña oportunidad puede convertirse en una plataforma ideal sobre la cual construir mucho valor.
Las pequeñas oportunidades son muchas y están ampliamente disponibles. Puedes dedicar toda tu vida a esperar la gran oportunidad, mientras que las oportunidades pequeñitas se cruzan en tu camino todos los días.
Las pequeñas oportunidades suelen ofrecer más campo de acción, flexibilidad y lugar para la creatividad. Con ellas puedes sacar el máximo provecho de tu propia pasión y sentido de la vida.
Abre tus ojos a la abundancia que pueden ofrecer oportunidades aparentemente pequeñas que llegan a tu vida diariamente. Porque también a partir de ellas puedes crear enorme valor.