Acomodada en el terciopelo
De mi ataúd de hielo
Ahí estoy yo
He cerrado los ojos
Pensando que estabas muerto
Que dejaría de oír tu voz
Entre mis pensamientos
Una y otra vez me recuerdas
Insistes, en llevarme en tus venas
Que tu corazón es ceniza
Míralo lleno de dudas y letras.
Y tus golpes no cesan
Me veo en tus ojos
Joven y bella
Aunque de esa forma
No deseo que me vean.
Congelada en la alborada
Tocando con mi alma
Notas blancas
En otra fría madrugada
Y me pides que me pierda
En la soledad perfecta
Que viva y muera eterna
Bailando entre los dientes
De la bestia.
Sommus Occultus
|