Cuando el mundo te deprima, observa lo que te rodea con objetividad.
Avanza de manera positiva. No te dejes caer en una visión negativa.
Mira las cosas tal y como son, no permitas que las trivialidades te distraigan.
Haz lo que puedas, como puedas, con los recursos que tienes a tu disposición.
No menosprecies tus esfuerzos.
Cuenta con la fortaleza interior para cambiar lo que sea necesario.
Enfréntate a la situación con la intención de remediarla.
Haz lo que necesites para resolverla y dejarla atrás.
Avanza en dirección a la felicidad.
Encamínate hacia tus sueños y alcanza una estrella.
Y recuerda que eres tú quien lleva las riendas.
A/D