son los ojos tubulares que son
excelentes en la recepción de la luz
en profundidades de hasta 2500m.
La parte sorprendente es que los ojos
parecen estar fijos en un lugar
determinado directamente
por encima de su cabeza.
Esto ha desconcertado a los fisiólogos
durante décadas, ya que sería
casi imposible para los peces
en la búsqueda de alimento.
Recientemente los científicos,
utilizando un vehículo teledirigido,
han estudiado a los peces
en profundidades que
van de 600-800 metros.
Descubrieron un hecho desconocido
anteriormente, tienen ojos
tubulares detrás de una cúpula
transparente llena de líquido y
los ojos puede girar dentro
de un escudo que cubre
la cabeza de los peces.
Esto permite a los peces reconocer
a su potencial presa y enfocar
hacia adelante para poder
ver lo que están comiendo.
El pez fue descubierto en 1939.
Los primeros dibujos no lo
mostraban con su cabeza transparente,
pues esta se descomponía al
ser sacada de las profundidades marinas.