Tengo celos de ti, por qué negarlo, tengo celos de ti, celos rabiosos, celos de la sonrisa de tu boca, celos de las miradas de tus ojos, cuando yo no te oigo... cómo hablas? Cuando yo no te miro... cómo miras? Cuando no estoy delante... cómo suenan los raudos cascabeles de tu risa?
¿Tú sabes que en las miradas de los hombres hay miradas impuras? Que unas veces parecen que acarician y otras parece que desnudan? Cuando te envuelve una mirada de esas y sientes que resbala por tu cuerpo ...Qué es lo que piensas?... Dí, qué es lo que piensas?
Cuando tengo tu mano entre mis manos, yo sé cómo tu carne se estremece, cuando es otra la mano que te oprime, qué es lo que sientes? Di, que es lo que sientes? Yo puedo adivinar qué pensamientos laten en ti cuando de mí te acuerdas. Cuando es de otro el recuerdo que te asalta, qué es lo que sueñas? Di, qué es lo que sueñas?
Yo te he visto mil veces temblorosa ante el fervor de mis ardientes frases, con los divinos ojos entornados y los húmedos labios anhelantes, imbuida de amor desvanecida.
Cuando yo soy el amor, el que te habla, si las palabras son las mismas... dime, cómo te suenan de otros las palabras? Tú juras que me has dado tu corazón, tu cuerpo y tu cariño, pero nunca sabré si tras tus ojos se esconde un pensamiento que no es mío.
Y qué importa tu cariño entonces? Qué vale la escultura de tu cuerpo si son los pensamientos de tu alma como villanos que arrebatara el viento?