Las personas se asemejan siempre a cajitas de música... Algunas tienen muchos adornos, pero por dentro están vacías... Otras no tienen adornos, pero por dentro tienen todo un jardín o están llenas de gemas brillantes. Otras, cuando las abrimos, nos muestran su interior lleno de recovecos y muchas veces nos perdemos entre sus laberintos.. Luego, están aquellas cajitas que son transparentes, que las vemos con un solo darles una mirada y sabemos cómo van a actuar siempre... Y a nosotros siempre se nos ha ocurrido que las personas son cajas musicales... que sólo las conocemos y amamos luego de oír la música de su interior... Porque esa música tiene algo de magia, algo muy hermoso lleno de vida, algo de muy dentro de su alma... Y es lo que nos ha pasado ahora, hemos sentido la música de tu alma y precisamente por ello, quisiéramos enviarte la música de nuestra alma en esta cajita que te regalamos hoy... a/d