Qué no diera porque tu corazón fuese el mío, para que tú supieras el dolor que siento cuando en lo más profundo del alma los sentimientos se escapan para decirle al corazón ajeno...te amo. Me perteneces porque en mi mente te conservo, porque en el centro de mi vida tu corazón palpita junto al mío, porque siento el cálido correr de tu sangre sobre mi herida, esa que con tus ojos no puedes curar sino con la luz de tu pensamiento y con los ojos de tu alma, porque en mi propio pecho hay una llaga que sangra al pedir tu ayuda, por eso hoy quisiera ser espíritu y rozar tu cuerpo sin que siquiera imaginaras cuántas cosas bellas en tu ser yo dibujase y cuando despertaras en tu piel hallaras mil poemas escritos con las letras de mi nombre que siempre te dirán... te extraño. Mi amor no sé cuánto tiempo podré soportar sin ti.
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