Hoy es un día perfecto para decidir ELEGIR quién quiero ser.
Para ELEGIR quién quiero mostrar.
Para ELEGIR el tipo de profesional que quiero ser,
el tipo de padre, el tipo de hijo, de amigo, en resumen,
para ELEGIR la persona que quiero SER.
Las circunstancias están ahí, sin duda:
mi jefe esta mañana será siendo (casi seguro)
el mismo que ayer; el tráfico habrá sido (casi seguro)
el mismo que ayer; mis compañeros seguirán siendo (casi seguro)
los mismos que ayer; mi marido, mis hijos, mi padre, etc.
Las montañas de papeles encima de mi mesa seguirán ahí.
Las decisiones que tengo que tomar y las acciones que debo emprender
seguirán ahí, esperándome.
Poco de lo externo habrá cambiado esta mañana.
Pero yo puedo ELEGIR quién quiero SER yo,
cómo quiero comportarme ante todo eso,
qué actitudes quiero tener, qué Valores quiero vivir,
qué pensamientos quiero que lideren dentro de mí, etc.
Y en eso, sin ninguna duda, estará la diferencia en lo que consiga crear hoy.
Fíjate que he puesto la palabra ELEGIR todo el rato en mayúsculas.
¿Por qué?, porque en ella está la clave. Si espero que lo externo cambie,
estoy a expensas de ello, pierdo mi poder personal.
Sin embargo, si opto por ELEGIR cambiar yo por dentro,
asumo mi Poder personal, asumo mi responsabilidad,
asumo mi papel en lo que ocurre y ocurra.
Y, lo que es mejor aún, por lo menos esta noche me acostaré
con la sensación de que yo he hecho aquello que quería hacer,
he sido quien quería ser.
No creo en el cambio de fuera a dentro
(espero a que cambien los demás para cambiar yo),
sino en el cambio de dentro a fuera
(cambio yo y empiezo a ser quien quiero ser de verdad...
y los demás ya cambiarán... si quieren).
Es el único cambio que he comprobado que realmente es eficaz.
Por tanto, al comenzar el día hoy, pregúntate:
"¿quién quiero ser hoy?" Y obra en consecuencia.
|