Oye, Pepe, tienes un plátano en la oreja! Que? Que tienes un plátano en la oreja!! Que dices? Que tienes un plátano en la p... orejaaa!! Oye tendrás que hablarme por la otra oreja, que en esta tengo un plátano.
La ciega le dice: “Padre, estoy muy triste, nadie me quiere, soy fea, ciega, nadie quiere ser mi pareja y nadie quiere tener sexo conmigo.” “Hija, como tu eres ciega y realmente estás fea, sólo te ayudaría un milagro, pero confía en Dios y te ayudará.” La ciega, más triste que nunca, sale de la iglesia, va caminando por las calles muy insegura, cuando por accidente se sube a un puente. Como era ciega, se desorientó y se cayó del alto puente. Afortunadamente, la ciega cayó en un camión lleno de plátanos, y empezó a tocar con las manos a sus alrededores para saber dónde había caído, cuando de pronto sorprendida dice: “¡Ay, chicos, uno a la vez, uno a la vez!”