INMORTALIDAD
No, no fué tan efímera la historia
de nuestro amor, entre los folios tersos
del libro virginal de tu memoria,
como pétalo azul está la gloria
doliente, noble y casta de mis versos.
No puedes olvidarme: te condeno
a un recuerdo tenaz. Mi amor ha sido
lo más alto en tu vida, lo más bueno;
y sólo entre léganos y el cieno
surge el palido loto del olvido.
Me verás dondequiera: en el incierto
anochecer, en la alborada rubia,
y cuando hagas labor en el desierto
coredor, mientras tiemblan en tu huerto
los monótonos hilos de la lluvia.
¡Y habrás de recordar! Esa es la herencia
que te dá mi dolor, que nada ensalma.
¡Seré cumbre de luz en tu existencia,
y un reproche inefable en la conciencia
y una estela inmortal dentro de tu alma.!
Amado Nervo