El sistema de posicionamiento global en mi teléfono o automóvil me permite viajar más fácilmente. De manera similar, mis prácticas espirituales me proveen una guía valiosa para navegar por la vida. Al comenzar mi día con Dios, activo mi “brújula espiritual” y prosigo con seguridad y paz.
Empaco aquello que me ayudará en mi sendero espiritual: un diario, libros y música edificante. Utilizo mi diario para anotar mis reflexiones acerca de los desvíos en mi vida. Veo cómo cada experiencia infaliblemente me lleva a casa. Soy uno con Dios: sabio, comprensivo y poderoso. Al permanecer vinculado con el Espíritu, tengo confianza en que me dirijo en la dirección correcta. Dios guía cada paso en mi camino.
Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.—Salmo 73:24
Gran regocijo hay en mi corazón y en mi alma; todo mi ser siente una gran confianza.—Salmo 16:9